Vanguardias literarias

Las vanguardias literarias fueron el conjunto de movimientos literarios que se formaron a comienzos del siglo XX, que buscaron romper con la tradición anterior a través de la innovación del lenguaje. El vanguardismo fue un movimiento integral, que se produjo a la vez en distintas disciplinas artísticas, con foco principal en Europa y también en Hispanoamérica.

Ejemplos de vanguardias literarias: futurismo, expresionismo, cubismo, dadaísmo, creacionismo, ultraísmo, surrealismo y estridentismo.

La literatura vanguardista representó, especialmente a través de la poesía, un corte profundo en la evolución estética de Occidente. Implicó el abandono radical de la mímesis, la reacción contra la tradición literaria y la negación del realismo, que siempre había estado en el trasfondo de los movimientos de renovación.

El término vanguardia es de origen bélico y surgió en torno a la Primera Guerra Mundial. Proviene del francés avant-garde, que remite a una expresión militar que significa “en primera posición”. Con este término, se buscó subrayar el tono beligerante del nuevo arte, que quería combatir el subjetivismo romántico y el realismo.

Vanguardia literariaOrigenPrincipales representantes
FuturismoSurgió en Italia en 1909.Filippo T. Marinetti (1876-1944), Vladímir Mayakovski (1893-1930).
ExpresionismoSurgió en Alemania en 1911.Gottfried Benn (1886-1956), Ernst Stadler (1883-1914), August Stramm (1874-1915).
CubismoSurgió en Francia en 1913.Guillaume Apollinaire (1880-1918), Max Jacob (1876-1944), André Salmon (1881-1969), Blaise Cendrars (1887-1961).
DadaísmoSurgió en Suiza en 1916.Tristan Tzara (1896-1963), Hugo Ball (1886-1927), André Breton (1896-1966), Paul Éluard (1895-1952).
CreacionismoSurgió en Francia en 1916.Vicente Huidobro (1893-1948), Pierre Reverdy (1889-1960), Juan Larrea (1895-1980), Gerardo Diego (1896-1987).
UltraísmoSurgió en España en 1919.Guillermo de Torre (1900-1971), Jorge Luis Borges (1899-1986), Ramón G. de la Serna (1888-1963),  Gerardo Diego (1896-1987).
SurrealismoSurgió en Francia en 1924.André Breton (1896-1966), Paul Éluard (1895-1952), Philippe Soupault (1897-1990), Louis Aragon (1897-1982).
EstridentismoSurgió en México en 1921.Manuel Maples Arce (1900-1981), Arqueles Vela (1899-1977), Germán List Arzubide (1898-1998), Germán Cueto (1893-1975).

Atención: Se debe diferenciar el movimiento vanguardista de las primeras décadas del siglo XX, denominado comúnmente como “vanguardias históricas”, del surgido en las décadas del 60 y del 70, a veces nombrado como “neovanguardia”, que consistió en un retorno a los postulados de las vanguardias históricas, pero bajo el tamiz del pensamiento posmoderno. 

Características de las vanguardias literarias

Las principales características de las vanguardias literarias son:

  • Manifiestos y revistas literarias. Se formaban en torno a un manifiesto, esto es, un documento que hacía pública la ideología del movimiento y detallaba una forma de accionar. El más icónico fue el Manifiesto futurista. Tanto los manifiestos como las obras vanguardistas eran publicados en las revistas literarias.
  • Ruptura con la tradición. Buscaban crear un arte que reflejara el mundo del siglo XX y por eso rechazaban estilos anteriores como el realismo, el naturalismo y el romanticismo tardío.
  • Libertad y experimentación. Buscaban romper con las reglas tradicionales de versificación, para buscar mayor libertad. De ahí, el uso de juegos de palabras, recursos literarios innovadores, imágenes, rima, signos de puntuación, distintas tipografías y más.
  • Abandono de la mímesis. Los artistas vanguardistas no tenían la intención de reproducir la realidad o hacer que su obra de arte fuera una copia de ella; en su lugar, su objetivo era establecer una realidad totalmente nueva y original.

Origen y contexto histórico de las vanguardias literarias

Las vanguardias europeas se desarrollaron principalmente en el período de entreguerras (1914 a 1939). Se trató de un marco temporal muy limitado en el que confluyeron de forma vertiginosa movimientos artísticos de diversa índole, en muchas ocasiones opuestos entre sí.

Los movimientos vanguardistas fueron evolucionando según los acontecimientos históricos. De esta forma, se pueden distinguir dos etapas de las vanguardias:

  • La primera etapa surgió en medio de la Primera Guerra en 1914 y fue una época de prosperidad económica, cultural y social. Estas vanguardias se opusieron a las formas antiguas que las precedían y promovieron una expresión intelectual y humorística.
  • La segunda etapa, tras la crisis económica europea de 1929, se expresó a través de un arte que pretendía hallar las raíces humanas e implicarse en la lucha social y política. En Hispanoamérica, se dio una notable diferencia entre los países de tradición europea (Argentina, Uruguay, Chile) y los que tenían una amplia población mestiza e indígena (México, Perú, Bolivia). En los primeros, los problemas políticos estaban estrechamente ligados a la lucha de clases. En los países con población amerindia el conflicto central fue la marginación de ese colectivo, con una fuerte presencia del indigenismo, que ya tenía larga tradición desde finales del siglo XIX.

Movimientos vanguardistas más importantes

Los llamados “ismos” vanguardistas se sucedieron en Europa a un ritmo muy rápido. Algunos pasaron como efímeras modas y otros dejaron una gran huella. Las vanguardias literarias más importantes fueron:

Futurismo

El futurismo surgió en 1909 con el primer manifiesto futurista, publicado por el italiano Filippo T. Marinetti (1876-1944) en Le Figaro. En él negaba cualquier forma de arte pasado y presente, y exaltaba con optimismo la civilización mecánica y las conquistas de la técnica.

La literatura de esta vanguardia escogió, por tanto, nuevos temas, nuevos mitos: la máquina, el avión, la energía eléctrica, el deporte. Las composiciones tenían cierto tipo de humor mundano entre lúdico, admirativo y desesperanzado. El estilo buscó el dinamismo, la rapidez verbal y romper con la sintaxis para dejar las palabras desvinculadas del nexo sintáctico.

La figura más significativa del futurismo, más allá del propio Marinetti, fue el ruso Vladímir Mayakovski. Su importancia reside en el hecho de que abrió sus puertas a temas inéditos y a nuevas posibilidades del lenguaje.

  1. Fragmento de “La blusa fatua” (1913), de Vladímir Mayakovski (traducción de Lila Guerrero)

(...) Será porque el cielo está muy celeste,
y la tierra, mi amante, está limpia y de fiesta,
yo les regalo mis versos alegres, como un bi-ba-bó,
necesarios y agudos como cepillo de dientes.

Mujeres amantes de mi carne,
y esa niña que fraternalmente me mira.
Cubridlo de sonrisas al poeta,
que yo las bordaré, cual flores,
en mi blusa,
amarilla,
de fatuo.

Expresionismo

El expresionismo surgió en Alemania en 1911, como resultado de la situación política del país antes de la Primera Guerra Mundial. El movimiento se inició en la pintura, pero luego se sucedió a la literatura.

Se basó en la expresión de sentimientos subjetivos, más que en una descripción de la realidad. Personajes y escenarios se presentaban de un modo distorsionado, con la idea de producir un gran impacto emocional. Por este motivo, se realzó la fealdad, lo demoníaco, el poder de las tinieblas y un gusto por lo catastrófico.

El expresionismo destacó el caos como medio donde se desenvolvía el protagonista. Los temas fundamentales estaban inspirados por la visión crítica de la sociedad y los sentimientos de horror, sufrimiento y solidaridad generados por la Primera Guerra Mundial.

Entre los principales autores expresionistas están Gottfried Benn, Ernst Stadler, August Stramm, Wilhelm Klemm, entre otros.

  1. Fragmento de “Carne” (1917), de Gottfried Benn (traducción de José Manuel Recillas)

Cadáveres.
Uno pone la mano al oído:
¿Tiritas? Oh, ¿y la calefacción de mi sección de mesa? ¿Por la merma de grasa y las edades bíblicas?
¡Un cadáver infantil batalla en el rostro!
¡Nudos de gota y desordenados dientes
no expulsados!
¡Si tan sólo uno se quedara en reposo en el hielo!

Surge pleito.
Una embarazada gime. El hombre grita:
¿Es acaso porque el ombligo hasta ahora está al frente?
¿Es porque acaso una vez cocí la herida?
¡Hombre, se aproxima mi sexo!
Cualquiera puede ser. (...)

Cubismo

El cubismo surgió en 1908 en la pintura con exponentes como Pablo Picasso. El cubismo literario comenzó en 1913 gracias a Guillaume Apollinaire (1880-1918) y sus caligramas. Como en la pintura, el cubismo literario se propuso descomponer la realidad para lograr composiciones libres de conceptos, imágenes o frases.

En poesía, intentó eliminar lo anecdótico; los poemas carecían de puntuación y su métrica era irregular. De esta forma, el poema se convertía en una sucesión de anotaciones, de presentación de estados de ánimo, sin enlace visible y sin continuidad cronológica: se confundía lo presente, lo pasado y lo futuro.

Se intentaba crear una obra de arte con autonomía absoluta. También utilizaba especiales disposiciones tipográficas de los versos, que formaban “imágenes visuales”. Este y otros artificios como el “collage” fueron aprovechados por posteriores movimientos vanguardistas.

Aparte de Apollinaire, entre los escritores cubistas más destacados están Max Jacob, André Salmon, Blaise Cendrars, Jean Cocteau, entre otros.

  1. “Estandarte” en Caligramas (1913-1916), de Guillaume Apollinaire (traducción Nicolás Rodríguez Galvis)
Vanguardias literarias

Dadaísmo

El dadaísmo derivó del expresionismo y se disolvió en el surrealismo. Nació en Zúrich (Suiza) en 1916 de la mano del poeta Tristan Tzara (1896-1963). Su nombre “dadá” remite al balbuceo infantil.

Dadá tuvo en común con otros ismos el afán de ruptura, el gusto por la provocación, el humor y el escándalo. Se trataba de la rebeldía pura: iba contra la lógica, contra las convenciones estéticas o sociales y contra el sentido común. Sus representantes se opusieron a la Primera Guerra Mundial, pero sin estar ligados al pacifismo utópico.

El movimiento propugnó liberar la “fantasía de cada individuo”, superar todas las inhibiciones y recurrir a un lenguaje incoherente.

Junto a Tzara, los escritores dadaístas que se destacaron y luego pasaron a ser surrealistas fueron Hugo Ball, André Breton, Paul Éluard y Philippe Soupault.

  1. “Literatura” en Siete manifiestos dadá (1924), de Tristan Tzara (Traducción de Huberto Haltter)

Tome un periódico.
Tome unas tijeras.
Elija en ese periódico un artículo que tenga la extensión que usted quiera dar a su poema.
Corte el artículo.
Corte en seguida con cuidado cada una de las palabras que constituyen ese artículo y póngalas en una bolsa.
Agite suavemente.
Extraiga luego cada trozo uno tras otro en el orden en que salen de la bolsa.
Copie concienzudamente
El poema será la viva imagen de usted.
Y usted será “un escritor infinitamente original y de exquisita sensibilidad, aunque el vulgo no lo comprenda”.

Creacionismo

El creacionismo fue iniciado en París por el poeta chileno Vicente Huidobro y el francés Pierre Reverdy. En 1918, Huidobro lo dio a conocer en España. Los creacionistas querían hacer un arte que no imitara ni tradujera la realidad, que tendiera a la abstracción.

Para los creacionistas, el poema era un objeto autónomo, una “creación absoluta” (no imitación). El poeta cultivaba el juego de azar de las palabras: estas se aproximaban de modo gratuito en virtud de una relación arbitraria que el poeta “creaba” entre ellas.

El creacionismo empleó la metáfora y buscó una mayor precisión expresiva, gracias a que se evitaba el uso de las aposiciones explicativas, de los nexos innecesarios y de los adjetivos inútiles. Al igual que los demás movimientos de vanguardia, el creacionismo desechó los moldes poéticos tradicionales y utilizó el verso libre sin ningún tipo de rima, más cercano a las formas coloquiales y meditativas que a la musicalidad buscada en las composiciones de siglos anteriores.

Los escritores que siguieron a Huidobro en el creacionismo fueron Juan Larrea (luego surrealista) y Gerardo Diego.

  1. Fragmento final del Canto VII de Altazor o El viaje en paracaídas (1931), de Vicente Huidobro

Ai i a
Temporía
Ai ai aia
Ululayu
lulayu
layu yu
Ululayu
ulayu
ayu yu
Lunatando
Sensorida e infimento
Ululayo ululamento
Plegasuena
Cantasorio ululaciente
Oraneva yu yu yo
Tempovío
Infilero e infinauta zurrosía
Jaurinario ururayú
Montañendo oraranía
Arorasía ululacente
Semperiva
ivarisa tarirá
Campanudio lalalí
Auriciento auronida
Lalalí
Io ia
iiio
Ai a i a a i i i i o ia

Ultraísmo

El ultraísmo derivó del futurismo italiano y del creacionismo, aunque también de la nueva poesía de Apollinaire. Fue un efímero movimiento español, cuyo primer manifiesto apareció en 1919, en la revista Cervantes.

Esta vanguardia desdeñó lo ornamental. Sus versos (siempre libres) fueron simples, casi esquemáticos, sin concesiones a la belleza externa y, a menudo, con tipografía expresiva, aunque sin llegar al caligrama. Los exponentes del ultraísmo despreciaban lo sentimental y persiguieron emociones intelectuales o irracionales. Buscaron lo industrial y lo mecánico.

Su principal motor fue Guillermo de Torre, y también estuvieron ligados al ultraísmo Jorge Luis Borges, Ramón Gómez de la Serna y Gerardo Diego.

  1. “Rosa mística” (1921), de Gerardo Diego

Era ella
   Y nadie lo sabía
Pero cuando pasaba
Los árboles se arrodillaban
Y en su cabellera
          Se trenzaban las letanías.
     Era ella,
                               Era ella.
Me desmayé en sus manos
Como una hoja muerta.
                              Sus manos ojivales
             Que daban de comer a las estrellas
Por el aire volaban
Romanzas sin sonido
             Y en su almohada de pasos
            Yo me quedé dormido.

Surrealismo

El movimiento surrealista produjo un cambio radical en la concepción del arte y del trabajo del artista. Fue presidido por André Breton quien publicó en 1924 el Primer Manifiesto, en el cual a las audacias del dadaísmo añadió concepciones filosóficas de Sigmund Freud y Karl Marx. Pretendió ser una revolución integral, su gran lema fue “transformar la vida”.

El surrealismo propugnó la liberación del ser humano y de su capacidad creadora, de los impulsos naturales reprimidos en el subconsciente por una razón sumisa a las convenciones morales y sociales.

Para el surrealismo, se debía escribir (o pintar) al dictado de un pensamiento libre de toda vigilancia ejercida por la razón. Se utilizaron para esto técnicas diversas: la escritura automática, realizada sin reflexión, el collage de frases recortadas al azar de periódicos, la interpretación de sueños.

En los poemas surrealistas, se mezclaban objetos, conceptos y sentimientos que la razón mantiene separados; asociaciones libres e inesperadas de palabras, metáforas insólitas. Utilizaban un lenguaje que no se dirigía a la razón, sino que buscaba despertar en el lector sentimientos y reacciones también inconscientes.

Más allá de André Breton, fundador y conductor del movimiento surrealista, se destacaron: Paul Éluard, Philippe Soupault, Louis Aragon, Robert Desnos, entre otros.

  1. Fragmento de Primer manifiesto del surrealismo (1924), de André Bretón (Traducción de Aldo Pellegrini)

Sólo por mala fe se nos podría discutir el derecho de emplear la palabra surrealismo en el peculiar sentido que nosotros le damos, puesto que resulta evidente que esta palabra antes de nosotros no había conocido fortuna. La defino, pues, de una vez por todas:
SURREALISMO: s.m. Automatismo psíquico puro por cuyo medio se intenta expresar tanto verbalmente como por escrito o de cualquier otro modo el funcionamiento real del pensamiento. Dictado del pensamiento, con exclusión de todo control ejercido por la razón y al margen de cualquier preocupación estética o moral. (...)
Las Noches de Young son surrealistas de un extremo al otro; desgraciadamente es un sacerdote el que habla, un mal sacerdote sin duda, pero sacerdote al fin.
Swift es surrealista en la malignidad.
Sade es surrealista en el sadismo.
Chateaubriand es surrealista en el exotismo.
Constant es surrealista en política.
Hugo es surrealista cuando no es estúpido. (...)
Poe es surrealista en la aventura.
Baudelaire es surrealista en la moral.
Rimbaud es surrealista en la práctica de la vida y en cualquier parte.
Mallarmé es surrealista en la confidencia. (...)
Etcétera.
Insisto en que no siempre son surrealistas, puesto que puedo descubrir en ellos cierto número de ideas preconcebidas a las cuales ingenuamente se aferran; y lo hacen porque no llegaron a percibir la voz surrealista (...)

  1. Fragmento de Vrbe, Súper poema bolchevique en 5 cantos (1924), de Manuel Maples Arce

He aquí mi poema
brutal
y multánime
a la nueva ciudad.
Oh ciudad toda tensa
de cables y de esfuerzos,
sonora toda
de motores y de alas.
Explosión simultánea
de las nuevas teorías,
un poco más allá
En el plano espacial H
de Witman y de Turner
y un poco más acá
de Maples Arce.

Dentro del vanguardismo latinoamericano, se destacan ciertos escritores que no formaron parte de movimientos, pero su prosa o su poesía se puede considerar vanguardista y se agruparon alrededor de las revistas literarias del momento. Se trata de los peruanos José Carlos Mariátegui y César Vallejo, los cubanos Alejo Carpentier y Jorge Mañach, el puertorriqueño Luis Lloréns Torres, el ecuatoriano Gonzalo Escudero, entre muchos otros.

Lecturas

Futurismo

  1. Fragmento de “Canción del automóvil” (1908), de Filippo Tomasso Marinetti

¡Dios vehemente de una raza de acero,
automóvil ebrio de espacio,
que piafas de angustia, con el freno en los dientes estridentes!
¡Oh formidable monstruo japonés de ojos de fragua,
nutrido de llamas y aceites minerales,
hambriento de horizontes y presas siderales
tu corazón se expande en su taf-taf diabólico
y tus recios pneumáticos se hinchen para las danzas
que bailen por las blancas carreteras del mundo.
Suelto, por fin, tus bridas metálicas.,., ¡Te lanzas
con embriaguez el Infinito liberador! (...)

Expresionismo

  1. Fragmento de “La batalla de la Marne” (1923), de Wilhelm Klemm (traducción de Jorge Luis Borges)

Poco a poco la tierra empieza a hablar y a moverse.
La yerba brilla como un verde metal. Las selvas,
Talanqueras hundidas y frondosas, tragan columnas lejanas.
Lívido secreto, va a estallar todo el cielo.
Dos horas infinitas van desplegando minutos. (...)
Mi corazón es amplio como Alemania y Francia reunidas.
Y lo atraviesan todas las balas del mundo.
La batería levanta su voz de león.
Una y seis veces. Silencio.
En los lejos arde la infantería.
Durante días. Durante semanas también. (...)

Cubismo

  1. “La mandolina el clavel y el bambú” en Caligramas (1913-1916), de Guillaume Apollinaire (traducción Nicolás Rodríguez Galvis)
Vanguardias literarias

Dadaísmo

  1. “E L   M E J O R   P A V I M E N T O   T A M B I É N   E S   B E N D I C I Ó N  R O J A” (1927), de Walter Serner (Traducción de Luisa Gutiérrez Ruiz)

Cacharros apilados en el suelo:
Cuán dulces los labios de Ninalla sorben Pommery greno first
Minkoff, un ruso de pura cepa, se despista en un atajo
Palmas bambolean en torno: senos usados turgentes de rubio.Global.Insulso
Trago de vino (longitud: 63 centímetros) escupidos en ollares de tonos rojos. Queen!!
Pues que es valeroso en grupo, susurra Kuno al rollizo trasero.
Ovillo, del que se deshilacha sudoroso antebrazo.
De frente inclinada, conminante: Sibie, naturalmente, dio un
grito inmenso.
Se elevan hemiglobos
Un pedal llameante se desliza, encantador, sobre un abdomen
en otra parte acariciando.

Creacionismo

  1. “Triángulo armónico” (1913), de Vicente Huidobro
Vanguardias literarias

Ultraísmo

  1. “Casa vacía” (1921), de Ernesto López-Parra

Toda la casa está llena de ausencia

La telaraña del recuerdo
pende de todos los techos.

En la urna de las vitrinas
están presos los ruiseñores del silencio.

Hay preludios dormidos
que esperan la hora del regreso.

El polvo de la sombra
se pega a los vestidos de los muros.

En el reloj parado
se suicidaron los minutos.

Surrealismo

  1. “Poema” en Primer manifiesto del surrealismo (1924), de André Bretón (Traducción de Aldo Pellegrini)
Vanguardias literarias

Estridentismo

  1. Fragmento de La señorita Etcétera (1923), de Arqueles Vela

La calle fue pasando bajo nuestros pies, como en una proyección cinemática. Era la hora en que todo parece estar convaleciente. Las cosas se iban quitando silenciosamente su antifaz cloroformizado... Los mástiles de los barcos empujaban su ansiedad, queriendo descolgar los frutos encendidos más allá de los cielos. De cuando en cuando, la concavidad gigantesca del árbol movía inusitadamente sus ramajes de bote en bote y desprendía el inevitable fruto picado por los pájaros ultracelestes... La inquietud lo levantaba subsilente, como en un juego de beisbol… Ella me contempla en silencio. Yo no podía eslabonar ningún pensamiento con mis ideas “empasteladas” por los sacudimientos de mi alta marea… (...)

1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26... ¡Un reloj!... No. No es posible. Imposible... Mis ojos se fueron quitando, poco a poco, la goma del amodorramiento de las noches pa- lingenésicas, del insomnio producido por el ajetreo mental, que se va extendiendo en un cansancio de corriente apagada, por las fibras de nuestro equilibrio sensitivo. Una campana seguía clavando en la beatitud de la ciudad su humilde inconsecuencia. Un sentimiento impreciso me agarraba del cuello. Con la temblante seguridad de que a una leve insinuación de sus movimientos hubiera desandado la idea de alejarme, me paraba a cada momento. (...)

Referencias

  • Aguirre, RG. (1997). Las poéticas del siglo XX. Steavenson.
  • García Hamburgo, C. (2004). Borges traductor del Expresionismo. Wilhelm Klemm. Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid.
  • Manzoni, C. (2008). Vanguardistas en su tinta. Documentos de la Vanguardia en América Latina. Corregidor.
  • Schneider, L. M. (1985). El Estridentismo. Instituto de Investigaciones Estéticas, Universidad Nacional Autónoma de México.

Ejercicio: vanguardias literarias

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Rabotnikof, Vanesa (25 de octubre de 2024). Vanguardias literarias. Enciclopedia del Lenguaje. Recuperado el 24 de noviembre de 2024 de https://lenguaje.com/vanguardias-literarias/.

Sobre el autor

Autor: Vanesa Rabotnikof

Licenciada en Letras (Universidad de Buenos Aires). Especialización en Edición (Universidad Nacional de La Plata).

Revisado por: Inés Iraeta

Licenciada en Comunicación Periodística (Universidad Católica Argentina)

Última edición: 25 de octubre de 2024

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