Novela (características, partes, tipos y ejemplos)

La novela es una narración literaria extensa, generalmente escrita en prosa, que narra acontecimientos reales o ficticios.

Ejemplos de novelas:

1984 (1949), de George Orwell
Asesinato en el Expreso de Oriente (1934), de Agatha Christie
Tokio blues (1987), de Haruki Murakami

Los elementos que componen una novela son:

La trama. Es el orden cronológico que tienen los sucesos dentro de una obra narrativa.
El narrador. Es la figura que narra los acontecimientos y puede ser un narrador en primera, segunda o tercera persona.
Los personajes. Son los seres que participan en un relato, que pueden ser ficticios o basados en personas reales. Las novelas suelen incluir diálogos, que son los intercambios verbales que se dan entre los personajes.
El escenario y el tiempo. Es el espacio físico y el tiempo en el que se desarrollan los hechos.
El tema. Es aquello sobre lo que trata la novela.

Ver además: Narrativa

Características de la novela

Las principales características de las novelas son:

Son un subgénero perteneciente al género narrativo junto con los cuentos y las crónicas.
No tienen una extensión determinada, sin embargo, se sobreentiende que son más largas que un cuento.
Usualmente se encuentran divididas en capítulos o partes, por lo general numeradas y tituladas.
Tienen una trama profunda y una estructura compleja, que puede incluir otros géneros literarios menores como cartas, artículos periodísticos, poemas, canciones, entre otros.
Describe la evolución de los personajes a través de la narración de los sucesos, organizados y relacionados entre sí en función de una ilusión de realidad. Esto es, los sucesos son presentados de forma verosímil.
Las descripciones de los personajes se vinculan a ciertos criterios morales y afectivos que sirven para que el lector pueda juzgar el comportamiento de la humanidad en la época en que la novela fue escrita.

Ver además: Características de la novela

Partes de una novela

La novela, al igual que otras narraciones, tiene una estructura básica de tres partes:

Introducción o situación inicial. Se presentan los personajes y se los ubica en un lugar y en una época.
Nudo o conflicto. Se presenta un hecho que altera la situación inicial y las relaciones entre los personajes.
Desenlace o resolución. Se resuelve el conflicto, ya sea de manera favorable o desfavorable para alguno o varios de los personajes.

Estructura de una novela

A partir de esta estructura básica, de carácter lineal, se presentan diversas variaciones:

In medias res. La novela comienza en un momento avanzado de la historia. La información necesaria para completar la narración se presenta a través de analepsis (también conocidas como retrospecciones o flashbacks).
Por ejemplo: Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez.
In extrema res. La novela comienza por el desenlace, para luego avanzar a la situación inicial.
Por ejemplo: Cumbres borrascosas, de Emily Brontë.
Estructura paralela. La novela narra una o varias tramas separadas, unidas por un personaje o un tema; en ocasiones, estas tramas confluyen hacia el final, de modo que se completa el sentido de la historia.
Por ejemplo: Contrapunto, de Aldous Huxley.
Estructura circular. La novela concluye en el mismo punto en que comenzó.
Por ejemplo: Rebeldes (The Outsiders), de Susan Eloise Hinton.
Estructura multifocal.En la novela los mismos hechos son narrados por distintos personajes, desde sus propios puntos de vista.
Por ejemplo: La piedra lunar, de Wilkie Collins.
Estructura coral. La novela tiene varios personajes, de los cuales se narra su historia. De esta manera, no hay un único protagonista ni una trama principal, sino una serie de tramas entrecruzadas, unificadas por algún rasgo en común (vivir en un mismo lugar, compartir un mismo destino).
Por ejemplo: La colmena, de Camilo José Cela.
Estructura de rompecabezas. La novela presenta numerosos personajes, entre los que no siempre es fácil establecer las relaciones que los unen. La acción transcurre en diversos lugares y los hechos se narran sin respetar el orden cronológico.
Por ejemplo: ¡Absalón, Absalón!, de William Faulkner.
Final abierto. La novela se ajusta a algunos de los tipos de estructura mencionados, pero deliberadamente omite el desenlace o, en su defecto, presenta la resolución de algunas historias secundarias, pero no la de la historia principal.
Por ejemplo: Nada, de Carmen Laforet.

Tipos de novela

Existen muchos tipos de novelas que se diferencian de acuerdo a su contenido y otros aspectos importantes.

Novelas según su contenido

Novela de aventuras. Narra historias en las que se suceden hechos inesperados y acciones arriesgadas y peligrosas. Estos hechos se suelen presentar como una serie de episodios que les ocurren a los personajes a lo largo de un viaje.
Por ejemplo: La isla del tesoro, de Robert L. Stevenson.
Novela de caballerías. Narra las aventuras de un caballero (es decir, un integrante de la nobleza que se dedicaba a la guerra). Este es presentado como un paladín de la justicia, protector de los débiles y defensor de la fe. Sus acciones están guiadas por el honor, la sed de gloria y el amor cortés. Este tipo de novela tuvo gran popularidad en España en los siglos XV y XVI.
Por ejemplo: El Amadís de Gaula, de autor anónimo.
Novela de ciencia ficción. Narra como posibles hechos sorprendentes, relacionados con descubrimientos y teorías asociadas a la ciencia y la tecnología. Muchas novelas de ciencia ficción transcurren en el futuro y en lugares lejanos e imaginarios. Sin embargo, también hay novelas de ciencia ficción que transcurren en el pasado o en el presente y en la Tierra, o bien en un tiempo y espacio alternativos.
Por ejemplo: La máquina del tiempo, de H. G. Wells, y Fahrenheit 451, de Ray Bradbury.
Novela fantástica. Narra historias que se desarrollan en un mundo imaginario, en el que la magia y lo sobrenatural son elementos habituales. Con frecuencia, los personajes no son personas del mundo real.
Por ejemplo: Las sagas de El señor de los anillos, de J. R. R. Tolkien y de Las crónicas de Narnia, de C. S. Lewis.
Novela histórica. Narra historias cuya trama se sitúa en un período histórico. Los acontecimientos históricos suelen tener incidencia en el desarrollo de la historia. Con frecuencia, varios de los personajes están inspirados en personas reales.
Por ejemplo: Yo, Claudio, de Robert Graves y El nombre de la rosa, de Umberto Eco.
Novela pastoril. Basada en la tradición de la poesía pastoril grecolatina, los protagonistas de este tipo de novela son pastores idealizados que narran sus desventuras amorosas, en medio de un ambiente rural, también idealizado y descripto detalladamente. Tuvo un gran auge durante el Renacimiento.
Por ejemplo: Arcadia,de Jacopo Sannazaro, publicada en 1504.
Novela picaresca. Narra las vicisitudes de un pícaro, un personaje perteneciente a un estamento social bajo, a menudo huérfano o bastardo, que se vale de la astucia y el engaño para obtener algún beneficio y mejorar su condición social. Lazarillo de Tormes, de autor anónimo, escrita en el siglo XVI, es considerada la primera novela de este tipo.
Por ejemplo: La conjura de los necios, de John Kennedy Toole.
Novela policial. Es aquella centrada en hechos criminales y, especialmente, en el proceso de investigación de estos hechos. Por lo general, el protagonista es un detective, que debe resolver el crimen. En una variante del policial, llamada policial negro, el énfasis está puesto en los hechos en torno al crimen más que en su resolución. Estudio en escarlata, de Arthur Conan Doyle, es representativa del policial clásico o de enigma;
Por ejemplo: Cosecha roja, de Dashiell Hammett.
Novela romántica o rosa. Narra las vicisitudes de una pareja de enamorados y los obstáculos que deben superar para poder vivir su amor plenamente. Los argumentos de este tipo de novelas son, por lo general, bastante convencionales y los personajes son caracterizados de manera estereotipada. Orgullo y prejuicio, de Jane Austen, es considerada un antecedente de las novelas rosas actuales. Las novelas de la española Corín Tellado (Atrevida apuesta, Eres una aventurera, entre más de cinco mil títulos) son ejemplos de este tipo de novelas.
Novela de terror. Narra hechos destinados a provocar miedo en el lector. El terror puede estar asociado a la aparición de un elemento sobrenatural o fantástico, o a un hecho de la vida real que se percibe amenazante.
Por ejemplo: Drácula, de Bram Stoker, y Carrie, de Stephen King.

Más en: Tipos de novelas

Otros tipos de novelas

Novela de tesis. Es aquella en la que la narración tiene el fin de ilustrar una determinada idea o teoría. En este tipo de novela la acción está subordinada a la idea.
Por ejemplo: Doña Perfecta, de Benito Pérez Galdós, y El honor perdido de Katharina Blum, de Heinrich Böll.
Novela psicológica. Es aquella centrada en la caracterización interna de los personajes, indagando en sus motivaciones, deseos y demás movimientos internos. La trama se desarrolla en torno al comportamiento del personaje.
Por ejemplo: Crimen y castigo, de Fiódor Dostoyevski, y Retrato de una dama, de Henry James.
Novela de formación. Narra el desarrollo psicológico y moral de un personaje, desde su niñez a la vida adulta. El surgimiento de este tipo de novela está asociado al Romanticismo alemán, si bien pueden rastrearse antecedentes en siglos anteriores. Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister, de Johann Wolfgang von Goethe, es considerada la primera novela de este tipo.
Otras novelas de formación son: La educación sentimental, de Gustave Flaubert, y Las aventuras de Huckleberry Finn, de Mark Twain.
Novela epistolar. Es aquella en la que la trama se desarrolla a través de cartas, escritas por los personajes. Este tipo de novela carece de diálogos y, en muchos casos, de un narrador externo. Los hechos se relatan desde el punto de vista de los personajes que escriben las cartas. Una variante de novela epistolar es la que consiste en las entradas del diario íntimo de un personaje.
Por ejemplo: Las relaciones peligrosas, de Pierre Choderlos de Laclos, y El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon.
Novela realista. De modo general, es aquella que narra hechos similares a los de la vida real, en un mundo como el que conocemos. Los personajes tienen características de personas reconocibles. Desde este punto de vista, el realismo es una tendencia presente en muchos tipos de novelas, desde el policial hasta la novela histórica, y desde la novela de formación hasta la novela de tesis. En un sentido más específico, se conoce como novela realista a un tipo de novela que alcanzó un gran desarrollo en la segunda mitad del siglo XIX y que estaba centrada en la representación fiel de la realidad, para lo cual se basaba en las ciencias experimentales.
Por ejemplo: La cartuja de Parma, de Stendhal, Madame Bovary, de Gustave Flaubert, y La guerra y la paz, de León Tolstói.

Ejemplos de novelas

Frankenstein o el moderno Prometeo (1818), de Mary Shelley.
Jane Eyre (1847), de Charlotte Brontë.
La letra escarlata (1850), de Nathaniel Hawthorne.
Moby Dick (1851), de Herman Melville.
Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas (1865), de Lewis Carroll.
El jugador (1866), de Fiódor Dostoievski.
La educación sentimental (1869), de Gustave Flaubert.
Nana (1880), de Émile Zola.
Ulises (1922), de James Joyce.
El proceso (1925), de Franz Kafka.
Orlando (1928), de Virginia Woolf.
La invención de Morel (1940), de Adolfo Bioy Casares.
El principito (1943), de Antoine de Saint-Exupéry.
Pedro Páramo (1955), de Juan Rulfo.
Rayuela (1963), de Julio Cortázar.
La traición de Rita Hayworth (1968), de Manuel Puig.
Conversación en La Catedral (1969), de Mario Vargas Llosa.
La Habana para un infante difunto (1979), de Guillermo Cabrera Infante.
Crónica de una muerte anunciada (1981), de Gabriel García Márquez.
La casa de los espíritus (1982), de Isabel Allende.

Origen de la novela

El inicio de la novela tiene límites difusos y no existe consenso de cuál sería la primera novela de la historia. Por lo general, el origen de la novela se sitúa en el periodo renacentista, con la publicación de Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes. Esta novela consta de dos partes publicadas en España en 1605 y 1615.

La novela se desarrolló a partir de los romances medievales caballerescos, que evolucionaron luego hacia los libros de caballerías (hoy llamadas novelas de caballerías), en los que se narraban las aventuras –plagadas de elementos maravillosos– de caballeros.

Las novelas de caballerías alcanzaron gran popularidad en el siglo XVI, sobre todo en España.

Por la misma época, aparecieron las novelas pastoriles y las picarescas. En las novelas pastoriles se imitaban los temas y el ambiente de la literatura bucólica grecolatina. Por su parte, las novelas picarescas eran de tono satírico y estaban protagonizadas por personajes de baja condición social, que se valían de la astucia y el engaño para satisfacer sus necesidades y deseos. La Arcadia (1504), de Jacopo Sannazaro, y Los siete libros de la Diana (1559), de Jorge de Montemayor, son ejemplos representativos de novelas pastoriles. La vida de Lazarillo de Tormes (1554), de autoría anónima, y La vida de Guzmán de Alfarache (1599-1604), de Mateo Alemán, son las principales novelas picarescas.

Ya en el periodo renacentista, en Francia, la novela moderna apareció con La princesa de Clèves (1678), de Madame de Lafayette, y en Inglaterra con Robinson Crusoe (1719) y Moll Flanders (1722), de Daniel Defoe. Simplicius Simplicissimus (1668), de Hans Jakob Christoffel von Grimmelshausen, es la primera gran novela moderna en lengua alemana.

Diferencia entre novela y cuento

Las diferencias entre novela y cuento son fundamentalmente tres:

Extensión. Si bien no existe consenso en cuanto a la cantidad de páginas que debe tener cada género, la novela siempre es más extensa que el cuento, por lo que suele estar dividida en capítulos, aunque existen cuentos largos que también tienen esta división.
Tiempo de lectura. La novela suele leerse a lo largo de un período extenso de tiempo, en cambio los cuentos suelen ser leídos de una sola vez.
Personajes. El desarrollo de los personajes suele ser más profundo en una novela que en un cuento, debido a su extensión y a los vaivenes de la narración.

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Referencias

Rest, J. 1991. Conceptos de literatura moderna. Centro Editor de América Latina (pp. 164-164).
“Novel” en The Enciclopaedia Britannica. https://www.britannica.com/
Kayser W. 1954. Interpretación y análisis de la obra literaria. Biblioteca Románica Hispánica. Gredos.
Tacca, O. 1973. Las voces de la novela. Biblioteca Románica Hispánica. Gredos.

Ejercicio: novela

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