El narrador en tercera persona es la voz que relata los acontecimientos por fuera de los hechos sin hacer ninguna alusión a sí mismo.
Ejemplo de narrador en tercera persona:
El humo del cigarrillo le daba náuseas, siempre le pasaba lo mismo cuando su madre fumaba en el auto. Pero no se atrevía a pedirle que lo apagara, porque ella estaba de muy mal humor. Resoplaba y el humo le salía por la nariz y se le metía en los ojos. En el asiento de atrás escuchaba música su hermana Lali con los auriculares incrustados en los oídos. Nadie hablaba. Florencia miró por la ventanilla las mansiones de Los Sauces y esperó con ganas el túnel y el dique y los cerros colorados. Nunca se cansaba del paisaje a pesar de que lo veía varias veces por año, cada vez que iban a la casa de Sanagasta.
Fragmento de “La hostería” (2016), de Mariana Enríquez
Este tipo de narrador cuenta la historia utilizando la tercera persona del singular (él/ella) o del plural (ellos/ellas), por lo que los lectores acceden a un punto de vista amplio y objetivo de la trama.
El narrador en tercera persona fue la forma narrativa más extendida durante el apogeo de la novela decimonónica, género literario característico del siglo XIX. Hoy en día se continúa usando en diferentes géneros literarios, como la ciencia ficción, la fantasía, el misterio, el thriller, entre otros.
Según la persona gramatical que predomine, existen otros dos tipos de narrador: el narrador en primera persona, que forma parte de la historia y utiliza la primera persona gramatical (yo/nosotros/nosotras), y el narrador en segunda persona, que relata la historia dirigiéndose a un tercero y utiliza la segunda persona gramatical (tú/vos/usted/ustedes).
Importante: Los términos narrador y autor no deben confundirse. El narrador es una voz que cuenta la historia y puede coincidir o no con uno de los personajes. Por su parte, el autor es la persona real que concibe, escribe y da vida a la historia y sus personajes, y quien elige qué tipo de narrador tendrá su relato.
- Ver además: Tipos de narradores
Características del narrador en tercera persona
Las principales características del narrador en tercera persona son:
- Se encuentra fuera de la historia, es decir, no forma parte de la trama ni constituye uno de sus personajes.
- Utiliza la tercera persona gramatical del singular (él/ella) o del plural (ellos/ellas).
- Suele tener información tanto de los acontecimientos como de los pensamientos, sentimientos y sensaciones de los personajes.
- Tiene un punto de vista objetivo, realista y privilegiado.
- Es una voz de autoridad para el lector, lo que supone que todo lo que afirma es la verdad.
- Puede adoptar diferentes niveles de conocimiento sobre los personajes y los eventos.
- Crea cierta distancia emocional entre el lector y los personajes, ya que no está involucrado directamente en la historia como un narrador en primera persona.
- Ofrece mayor flexibilidad en la narración, permitiendo cambiar entre diferentes escenarios, personajes y situaciones de manera más fluida.
Tipos de narrador en tercera persona
Los tipos de narradores en tercera persona se clasifican según la cantidad de información que posean en relación a la de los personajes de la historia. Puede ser de tres tipos: narrador omnisciente, narrador equisciente y narrador deficiente.
- Narrador omnisciente. Tiene un conocimiento mayor que el de los personajes del relato. Es un tipo de narrador que conoce todo acerca de los sentimientos y pensamientos de los personajes, así como los detalles de lo acontecido. Tiene un punto de vista objetivo y privilegiado, aunque se trata de una perspectiva inverosímil. Por ejemplo:
Lassie, tendida ante la puerta del cottage, levantó la cabeza y volvió hacia la verja los grandes ojos dorados.
—Sí, Lassie, es el señor duque, dijo la señora de Carraclough.
Ella también había oído el ruido característico que producía el bastón de espino del duque de Rudling, propietario de la finca: tap, tap… tap, tap, tap… tap, exactamente como si caminara con tres pies. No se separaba nunca el duque de ese bastón, que desde que lo aquejaba, le servía tanto para conservar el equilibrio como para afirmar su autoridad (aunque, por cierto, esto no lo hubiera admitido jamás).
Fragmento de Lassie y Joe (1964), de Eric Knight (Trad. de Roberto Guibourg)
- Narrador equisciente. Tiene una suma de conocimientos igual a la de los personajes del relato. Es decir, no tiene un punto de vista privilegiado y solo muestra los acontecimientos como los otros personajes lo conocen. El punto de vista varía y se adapta al de los personajes. Este tipo de narrador exige una mayor participación por parte del lector. Por ejemplo:
Mrs. Stringham, sorprendentemente, se movía en una fina nube de observaciones y suspicacias; estaba en situación, como ella pensaba, de saber mucho más sobre Milly Theale que la misma Milly, pero a pesar de esto debía disimular su conocimiento tanto como ponerlo en práctica. Siendo la mujer menos apta del mundo, por naturaleza, para duplicidades y laberintos, como ella sabía perfectamente, se halló de pronto envuelta en toda clase de sutilezas personales a causa de una nueva serie de circunstancias, sobre todo por una nueva amistad; debía ahora reconocer, en efecto, que su práctica de las cosas ocultas —apenas sabía cómo llamarlas— había comenzado el día que partió con Mildred de Nueva York.
Fragmento de Las alas de la paloma (1903), de Henry James (Trad. de Alberto Vanasco)
- Narrador deficiente. Tiene menos información que uno o algunos personajes del relato. Se trata de un narrador limitado, ya que solo puede narrar lo que percibe con sus sentidos, sobre todo lo que ve y escucha. Este tipo de narrador requiere de un lector mucho más atento a los hechos para completar el sentido de lo acontecido. Por ejemplo:
Sentado en la mesa del comedor Octaviano Crivellini era un hombre devorado de angustias. Estaba delante de los fiambres desganado y triste, repitiendo: “No tengo que preocuparme por estas cosas”, “No tengo que preocuparme por estas cosas”.
El chico de siete años se alojaba detrás de la silla y con perversidad malabarista le daba pequeñas patadas invisibles, y esta escena se repetía diariamente; pero eso no era todo. Las patadas invisibles a la hora de las comidas, las hubiera podido soportar como picaduras de mosquitos de otoño, terribles y tolerables porque existe el descanso del mosquitero por la noche, las piezas sin luz y el alambre tejido en las ventanas, pero las diversas molestias que ocasionaba Tirso, el chico de siete años, eran constantes y sin descanso. No había adónde acudir para librarse de él. Debía de tener una madre anónima, un padre aterrorizado que nadie se atrevía a interpelar.
Fragmento de “El vendedor de estatuas” (1937), de Silvina Ocampo
Diferencias con el narrador en primera y segunda persona
La principal diferencia entre el narrador en primera persona y el de tercera es que el narrador en primera es un personaje, es decir, se encuentra dentro de la historia, ya sea como protagonista o testigo. El lector experimenta la trama a través de los ojos y la voz de este narrador, lo que puede proporcionar una conexión emocional más profunda con este personaje, pero también limita la información disponible, ya que solo se conocen sus pensamientos y experiencias. En cambio, el narrador en tercera persona siempre está fuera de la trama y constituye un observador externo, con mayor o menor información que los personajes.
Por otro lado, el narrador en segunda persona es mucho menos común y es aquel que utiliza pronombres como "tú" o "usted" para dirigirse directamente a un otro, ya sea un personaje o al lector, involucrándolo como si fuera el personaje principal de la historia. Este tipo de narrador es poco convencional y puede crear una sensación de inmediatez y participación más intensa en la historia.
Referencias
- Tacca, O. (1973). Las voces de la novela. Gredos.
- Páez, E. (2010). Escribir. Manual de técnicas narrativas. Ediciones SM España.
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