Los recursos literarios o figuras retóricas son herramientas que se utilizan para enriquecer, embellecer y dotar de múltiples sentidos a los textos literarios y para diferenciarlos del uso habitual del lenguaje.
Ejemplos de recursos literarios:
- Metáfora: Nuestras vidas son los ríos / que van a dar a la mar / que es el morir. (Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique)
- Comparación: Miraba como el alba pura. (“Canción de otoño en primavera” de Rubén Darío)
- Aliteración: El ruido con que ronca la ronca tempestad. (“La tempestad” de José Zorrilla)
El lenguaje literario se diferencia del uso común del lenguaje porque su finalidad es producir goce estético en el lector. Para lograrlo, el escritor se vale de una serie de recursos que lo ayudan a que sus textos sean más sugerentes. Estos recursos refuerzan el sentido connotativo del lenguaje literario, a partir del cual, lo que se dice no se interpreta de manera literal, sino que se sugieren otras interpretaciones o sentidos.
De todas maneras, los recursos literarios se utilizan también en la lengua cotidiana, cuando el hablante quiere hacer énfasis en algún aspecto de su discurso. Por ejemplo: Me muero de calor. En este caso, se utiliza una hipérbole, una exageración para acentuar el sentimiento del hablante.
- Ver además: Figuras retóricas
Tipos de recursos literarios
Los recursos literarios se clasifican en tres tipos: léxico-semánticos, fónicos y morfosintácticos o gramaticales según el plano de la lengua con el que se relacionen.
Recursos léxico-semánticos
Los recursos léxico-semánticos son aquellos que crean nuevos sentidos a partir de los juegos con los significados de las palabras. Algunos de ellos son:
1. Antítesis
La antítesis consiste en contraponer dos palabras o ideas de significado opuesto y que se destaquen por el contraste. Por ejemplo:
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
(“Poema XX” de Pablo Neruda)
En el ejemplo anterior, se contraponen las ideas de corto/largo y amor/olvido.
Ayer naciste, y morirás mañana.
Para tan breve ser, ¿quién te dio vida?
(“A una rosa” de Luis de Góngora)
En el ejemplo anterior, se contraponen los términos ayer/mañana y naciste/morirás.
2. Oxímoron
El oxímoron es la unión de palabras de significado opuesto, aunque parezcan excluirse unas a otras, para crear múltiples significados. Por ejemplo:
Sosiega un poco, airado temeroso,
humilde vencedor, niño gigante,
cobarde matador, firme inconstante,
traidor leal, rendido victorioso.
(“Sosiega un poco, airado temeroso” de Félix Lope de Vega)
En el ejemplo anterior, se unen dos palabras de significado opuesto como traidor y leal o niño y gigante.
Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.
(“Es hielo abrasador, es fuego helado” de Francisco de Quevedo)
En el ejemplo anterior, se unen los opuestos hielo abrasador, fuego helado, duele y no se siente y descanso muy cansado.
3. Comparación
La comparación indica una relación de semejanza entre dos términos a partir de un nexo comparativo. Por ejemplo:
Miraba como el alba pura;
sonreía como una flor.
Era su cabellera obscura
hecha de noche y de dolor.
(“Canción de otoño en primavera” de Rubén Darío)
En el ejemplo anterior, se compara la mirada y la sonrisa con el alba pura y una flor.
El viento hace a mi casa su ronda de sollozos
y de alarido, y quiebra, como un cristal, mi grito.
(“Desolación” de Gabriela Mistral)
En el ejemplo anterior, se compara el grito con un cristal que se quiebra.
4. Metáfora
La metáfora es la identificación entre dos términos, uno real y otro imaginario, que se fundamenta en la semejanza entre ambos. Se designa a una cosa con el nombre de otra con la que guarda relación de semejanza. Por ejemplo:
Tus ojos
serán una palabra inútil,
un grito callado, un silencio.
(“Vendrá la muerte y tendrá tus ojos” de Cesare Pavese)
En el ejemplo anterior, se identifica a los ojos (término real) con una palabra inútil, un grito callado y un silencio (términos imaginarios).
Murallas azules, olas,
del África, van y vienen.
(“Murallas azules, olas” de Rafael Alberti)
En el ejemplo anterior, se comparan las olas (término real) con murallas azules (término imaginario)
5. Epíteto
El epíteto es un adjetivo que caracteriza a un sustantivo de manera innecesaria porque destaca una cualidad que ya está implícita en el nombre al que acompaña. Por ejemplo:
Por ti el silencio de la selva umbrosa,
por ti la esquividad y apartamiento
del solitario monte me agradaba;
por ti la verde hierba, el fresco viento,
el blanco lirio y colorada rosa
y dulce primavera deseaba.
(“Égloga I” de Garcilaso de la Vega)
En el ejemplo anterior, se usan adjetivos que destacan cualidades que ya están presentes en la palabra a la que modifican, por ejemplo, la hierba es verde, la rosa es colorada.
En una noche oscura,
con ansias en amores inflamada
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.
(“Noche oscura” de San Juan de la Cruz)
En el ejemplo anterior, los adjetivos oscura y dichosa remarcan cualidades de la noche y la ventura que no son necesarias porque ya se sabe que la noche es oscura y que la ventura (estado de felicidad) es dichosa.
6. Hipérbole
La hipérbole consiste en presentar una exageración para crear sentido. Por ejemplo:
El día que me quieras tendrá más luz que junio
(...) y habrá juntas más rosas
que en todo el mes de mayo.
(“El día que me quieras” de Amado Nervo)
En el ejemplo anterior, se muestra una exageración que consiste en decir que en un día particular van a florecer todas las rosas del mes de mayo.
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba.
(“A un hombre de una gran nariz” de Francisco de Quevedo)
En el ejemplo anterior, se muestra una exageración que consiste en sugerir que la nariz era tan grande que el hombre iba pegado a ella.
7. Ironía
La ironía es una afirmación de lo contrario que se quiere dar a entender. Por ejemplo:
–¡Oh! Doyla al diablo –dijo el nigromántico– por vengarme del mismo diablo, que no sé qué pueda darla a nadie, sino por hacerle mal. Es república esa [Venecia] que, mientras que no tuviese conciencia, durará: porque si restituye lo ajeno, no les queda nada. ¡Linda gente!
(Sueño de la muerte de Francisco de Quevedo)
En el ejemplo anterior, la expresión ¡linda gente! después de despotricar contra los venecianos es irónica.
Joven poeta, autor de ciertos versos
cuya dedicatoria es como sigue:
“A la prematura muerte de mi abuelita
a la edad de noventa años”.
(“La novela del tranvía” de Manuel Gutiérrez Nájera)
En el ejemplo anterior, la muerte a los noventa años no es prematura, de allí la ironía.
8. Metonimia
La metonimia es la identificación entre dos términos que guardan una relación de contigüidad a partir de la causalidad o la dependencia. Por ejemplo:
- ¿Quién soporta este sol? - Reemplaza la causa (sol) por el efecto (calor).
- Lo ganó con el sudor de su frente - Reemplaza el efecto (sudor) por la causa (esfuerzo).
- El primer violín - Reemplaza a quien toca el instrumento (músico) por el instrumento (violín).
- Compré un Picasso - Reemplaza la obra (nombre del cuadro) por el autor (Picasso).
9. Sinécdoque
La sinécdoque es una identificación entre dos términos que guardan una relación de contigüidad pero cuya relación es de inclusión, es decir, uno contiene al otro. Por ella se designa:
- El todo por la parte: Todo el mundo piensa así - (mucha gente piensa así)
- La parte por el todo: Un brazo me sostiene - (una persona me sostiene)
- El género por la especie: Los mortales - (los seres humanos)
- La especie por el género: Ganar el pan - (ganar el alimento)
- El continente por el contenido: Poner la mesa - (preparar la mesa para comer)
- El singular por el plural: La noche me da miedo - (las noches)
- El plural por el singular: El país de los Borges - (de Borges)
- La materia por el objeto: Clavó el acero en su cuerpo - (clavó la espada)
- Lo abstracto por lo concreto: La niñez - (los niños)
10. Personificación
La personificación es la atribución de cualidades y características humanas a seres inanimados. Por ejemplo:
La tarde equivocada
se vistió de frío.
(“Paisaje” de Federico García Lorca)
En el ejemplo anterior, la personificación consiste en atribuirle a la tarde la capacidad de equivocarse y vestirse.
La princesa está pálida en su silla de oro;
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.
(“Sonatina” de Rubén Darío)
En el ejemplo anterior, la personificación consiste en atribuirle a la flor la capacidad de desmayarse.
11. Alegoría
La alegoría es una serie de metáforas que ofrecen un sentido literal y uno figurado, de manera que lo que se dice, puede ser interpretado de dos maneras distintas. También puede llamarse “metáfora continuada”. Por ejemplo:
A mitad del camino de la vida
yo me encontraba en una selva oscura,
con la senda derecha ya perdida.
(Divina Comedia de Dante Alighieri)
En el ejemplo anterior, la vida se plantea como un camino, la selva oscura es la representación del error y el pecado y la senda derecha representa el camino del bien.
Hay composiciones enteras que pueden leerse como alegorías, por ejemplo, “El matadero” de Esteban Echeverría o Rebelión en la granja de George Orwell.
12. Imagen sensorial
La imagen sensorial consiste en referir a situaciones o sensaciones visuales, olfativas, auditivas, táctiles y gustativas para darle mayor riqueza a la escritura. Por ejemplo:
He dicho que cantabas en el viento
como los pinos y como los mástiles.
(“Poema XII” de Pablo Neruda)
En el ejemplo anterior, se usa una imagen sensorial auditiva.
Ya el primer golpe,
ya el duro hierro que me raja el pecho,
el íntimo cuchillo en la garganta.
(“Poema conjetural” de Jorge Luis Borges)
En el ejemplo anterior, se usa una imagen sensorial táctil.
13. Interrogación retórica
La interrogación retórica consiste en hacer una pregunta sin esperar respuesta y fijar alguna postura. Por ejemplo:
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonía?
(“Ajedrez” de Jorge Luis Borges)
¿Serás, amor
un largo adiós que no se acaba?
Vivir, desde el principio, es separarse.
(Razón de amor de Pedro Salinas)
14. Sinestesia
La sinestesia es la unión de sensaciones provenientes de diferentes sentidos. También pueden entremezclarse objetos, ideas o pensamientos. Por ejemplo:
Retirado en la paz de estos desiertos,
con pocos, pero doctos libros juntos,
vivo en conversación con los difuntos
y escucho con mis ojos a los muertos.
(“Retirado en la paz de estos desiertos” de Francisco de Quevedo)
En el ejemplo anterior, se mezclan los sentidos del oído y de la vista: escucho con mis ojos.
La dulce brisa del río,
olorosa a junco y agua,
le refresca el señorío...
La brisa leve del río.
(“¡Qué tranquilidad violeta!” de Juan Ramón Jiménez)
En el ejemplo anterior, la brisa (imagen táctil) es dulce (imagen gustativa) y huele a junco y agua (imagen olfativa).
15. Apóstrofe
El apóstrofe consiste en intercalar en el texto un vocativo o invocación breve dirigida a personas o cosas personificadas. Por ejemplo:
¿En perseguirme, mundo, qué interesas?
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?
(“En perseguirme, mundo, qué interesas” de Sor Juana Inés de la Cruz)
Canta, oh diosa, la cólera obstinada
del hijo de Peleo, el noble Aquiles.
(La Ilíada de Homero, traducción de Ignacio García Malo)
16. Lítote
El lítote consiste en negar lo contrario de lo que se quiere afirmar para quitarles brusquedad a las expresiones. Por ejemplo:
- Creo que no estás en lo cierto. (Creo que te equivocas)
- En eso no te apoyo. (En eso te dejo de lado)
Recursos literarios fónicos
Los recursos literarios fónicos son aquellos que generan nuevos sentidos en las palabras a partir del trabajo con los sonidos. Algunos de ellos son:
1. Aliteración
La aliteración es la repetición de un sonido o grupo de sonidos, de manera clara, en un verso, una estrofa o una frase. Por ejemplo:
La princesa está triste. ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa.
(“Sonatina” de Rubén Darío)
En el ejemplo anterior, la repetición del sonido s se relaciona con el acto de suspirar de la princesa.
Canta el jilguerillo ufano.
Canta, y al son peregrino
de su garganta amarilla,
trigo nuevo de la trilla
tritura el vidrio del trino.
(“El jilguero” de Leopoldo Lugones)
En el ejemplo anterior, la repetición de los sonidos t y r hace énfasis en la musicalidad del pájaro del poema.
2. Onomatopeya
La onomatopeya ocurre cuando la aliteración pretende imitar sonidos o ruidos de la realidad. Por ejemplo:
y déjame muriendo
un no sé qué, que quedan balbuciendo.
(“Cántico espiritual” de San Juan de la Cruz)
En el ejemplo anterior, la repetición de que hace que el lector balbucee, al igual que el yo lírico del poema.
aserrín, aserrán,
los maderos de San Juan
(Canción popular española)
En el ejemplo anterior, el sonido imita la acción de los carpinteros.
3. Paranomasia
La paranomasia es la combinación de palabras de pronunciación muy similar que genera un juego de palabras. Por ejemplo:
El erizo se irisa, se eriza, se riza de risa.
(“Trabajos del poeta, V” de Octavio Paz)
No quiso la lengua castellana que de casado a cansado hubiese más de una letra de diferencia.
(La Dorotea de Félix Lope de Vega)
Recursos literarios morfosintácticos o gramaticales
Los recursos morfosintácticos o gramaticales son aquellos que se relacionan con el modo en que se organizan las palabras en la oración. No juegan con el sonido ni con el significado de las palabras, sino con el orden y las repeticiones de palabras. Algunos de ellos son:
1. Anáfora
La anáfora es la repetición de una o más palabras al principio de un verso o una oración. Por ejemplo:
Temprano levantó la muerte el vuelo
temprano madrugó la madrugada
temprano estás rodando por el suelo.
(“Elegía a Ramón Sijé” de Miguel Hernández)
Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
(“Amor eterno” de Gustavo Adolfo Bécquer)
2. Asíndeton
El asíndeton es la omisión de los nexos coordinantes que unen ciertas palabras u oraciones, generalmente, en enumeraciones. Por ejemplo:
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso.
(“Soneto 126” de Félix Lope de Vega)
En tierra, en humo, en polvo, en nada.
(“Mientras por competir con tu cabello” de Luis de Góngora)
3. Polisíndeton
El polisíndeton la repetición de los nexos coordinantes en cada uno de los miembros de una enumeración. Por ejemplo:
porque es pura y es blanca y es graciosa y es leve.
(“La magnolia” de José Santos Chocano)
Y nos dieron las diez y las once,
las doce y la una, y las dos y las tres
y desnudos al anochecer, nos encontró la luna.
(“Y nos dieron las diez” de Joaquín Sabina)
4. Encabalgamiento
El encabalgamiento es la continuación de una frase entre el final de un verso y el principio del otro. Por ejemplo:
La muerte es un suplicio
banal, si se compara
con este andar a tientas
tras una sombra vaga.
(“La muerte es un suplicio” de Nicolás Guillén)
Creo en la paz. He visto
altas estrellas, llameantes ámbitos
amanecientes, incendiando ríos
hondos, caudal humano
hacia otra luz: he visto y he creído.
(“Fidelidad” de Blas de Otero)
5. Enumeración
La enumeración es la acumulación de palabras que forman parte de un conjunto o una serie de partes. Por ejemplo:
Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios,
ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas,
mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,
metal, música, labio, silencio, vegetal,
mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo.
(“Se querían” de Vicente Aleixandre)
¿Qué se hicieron las damas,
sus tocados, sus vestidos,
sus olores?
(Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique)
6. Hipérbaton
El hipérbaton es la alteración del orden normal de las palabras en una oración. Por ejemplo:
Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.
(“Canción del pirata” de José de Espronceda)
En el ejemplo anterior, el orden natural de la frase sería los bramidos del negro mar.
Esto es peor:
que el camino con los años
turbado la vista le han.
(Las firmezas de Isabela de Luis de Góngora)
En el ejemplo anterior, el orden natural de la frase sería le han turbado la vista.
7. Paralelismo
El paralelismo es la repetición de una estructura sintáctica en distintos versos. Por ejemplo:
A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.
(“El niño yuntero” de Miguel Hernández)
¡Los suspiros son aire y van al aire!
¡Las lágrimas son agua y van al mar!
(“Rima XXXVIII” de Gustavo Adolfo Bécquer)
8. Anadiplosis
La anadiplosis consiste en repetir una palabra al final de un verso y al comienzo de otro. Por ejemplo:
Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.
(“Proverbios y Cantares, XLIV” de Antonio Machado)
Mal te perdonarán a ti las horas;
las horas que limando están los días,
los días que royendo están los años.
(“De la brevedad engañosa de la vida” de Luis de Góngora)
9. Concatenación
La concatenación es la utilización de manera reiterada de la anadiplosis (repetición de la última palabra de un verso y la primera del verso siguiente). Los conceptos repetidos indican algún tipo de progresión. Por ejemplo:
Dulcísimo Jesús, mi amor festina,
festina que por verte peno y muero;
muero por ti, y ansí, mi amor, lo quiero;
quiérolo porque amor a esto me inclina.
(“Soneto” de Juan López de Úbeda)
Y así como suele decirse: el gato al rato, el rato a la cuerda, la cuerda al palo, daba el arrieroa Sancho, Sancho a la moza, la moza a él, el ventero a la moza, y todos menudeaban con tanta priesa, que no se daban punto de reposo.
(Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra)
10. Perífrasis
La perífrasis es la utilización de una frase para designar algo cuando se podría hacerlo con una sola palabra. Por ejemplo:
Y a toda prisa entraba el claro día.
(La araucana de Alonso de Ercilla)
El ejemplo anterior es un rodeo para decir “amanecía”.
Está en condiciones de aprobar el examen.
El ejemplo anterior es un rodeo para decir “puede”.
11. Derivación
La derivación consiste en la combinación de palabras que tienen la misma raíz o lexema. Por ejemplo:
En la llanura la planta se implanta
en vastas plantaciones militares.
(“Entre la piedra y la flor” de Octavio Paz)
En el ejemplo anterior, las palabras planta, implanta y plantaciones tienen la misma raíz.
¡Duro recuerdo recordar
lo que las nubes no pueden olvidar
por el camino de la mar!
(“Elegía” de Nicolás Guillén)
En el ejemplo anterior, las palabras recuerdo y recordar tienen la misma raíz.
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Referencias
- Beristáin, Helena (1995). Diccionario de retórica y poética, Porrúa.
- Fernández, Viviana H (2007). Diccionario práctico de figuras retóricas y términos afines, Albricias.
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