Lírica

La lírica es un género literario constituido por obras, en su mayoría poemas, que se caracterizan por expresar emociones y sentimientos subjetivos del autor hacia una persona u objeto de inspiración.

Ejemplo de lírica:

Con el dolor de la mortal herida,
de un agravio de amor me lamentaba,
y por ver si la muerte se llegaba
procuraba que fuese más crecida.

Toda en el mal el alma divertida,
pena por pena su dolor sumaba,
y en cada circunstancia ponderaba
que sobraban mil muertes a una vida.

Fragmento de “Con el dolor de la mortal herida” de Sor Juana Inés de la Cruz

Junto a la narrativa y a la dramaturgia, la lírica o género lírico es uno de los tres géneros literarios por excelencia. Su expresión habitual es el poema, frecuentemente escrito en verso con detalles de musicalidad y un ritmo especial, aunque también existen textos líricos en prosa escritos a partir del siglo XIX.

Importante: La lírica o el género lírico no se define por su estructura (que puede adoptar la forma de verso o de prosa) ni por su longitud (que puede ser breve o más extensa), sino por su temática, esto es, por la expresión íntima del yo. Se puede encontrar el verso tanto en el género dramático como en obras narrativas como la epopeya.

Características de la lírica

Las principales características de la lírica son:

  • Temática. No pretende relatar los acontecimientos de una historia, sino ser vehículo para la expresión de los sentimientos del autor, de su mundo interior, su concepción del mundo y los grandes sentimientos universales como el amor (correspondido o rechazado), la muerte, el paso del tiempo, la naturaleza, entre otros.
  • Extensión. Suele tener composiciones breves, mayoritariamente poemas con versos dotados de métrica, que se agrupan formando libros. Sin embargo, existen textos líricos de mayor extensión.
  • Recursos retóricos. Utiliza figuras poéticas que se emplean para embellecer el discurso, como la metáfora, la comparación, la hipérbole o la personificación.
  • Musicalidad. En su origen, estaba asociada al canto, por lo que se componían obras pensadas para tener un acompañamiento musical. Por eso, la etimología del término “lírica” proviene de la raíz griega lyra que significa ‘instrumento musical’.

Elementos de la lírica

Los elementos presentes en las obras líricas suelen ser:

  • Poema. Es un conjunto de versos agrupados en estrofas, de extensión variable.
  • Verso. Es cada una de las líneas de un poema, de extensión variable, que suelen tener rima al final.
  • Estrofa. Es un conjunto de versos que tienen una rima común y constituyen una unidad dentro del poema. Su equivalente en prosa son los párrafos.
  • Rima. Es la similitud fonética entre dos o más versos, a partir de la vocal tónica de sus últimas palabras. Puede ser rima consonante, cuando coinciden tanto sonidos vocálicos como consonantes, o rima asonante, cuando coinciden únicamente los sonidos vocálicos.
  • Métrica. Es el conjunto de reglas que indica cómo debe ser el ritmo, las estrofas y los versos de un poema. Antiguamente, era imperativo el uso de la métrica para considerar a un poema como lírico. Sin embargo, en la actualidad los criterios se fueron diversificando.
  • Ritmo y cadencia. Es la repetición de un fenómeno de forma regular para producir un efecto unitario. Se establece por los acentos rítmicos, la reiteración de los sonidos y de las palabras, las pausas y la rima.

Importante: Las composiciones líricas en la actualidad suelen ser más flexibles y no cumplen necesariamente con todos los elementos clásicos del género. Por ejemplo, hoy en día los poemas líricos se reservan para la lectura silenciosa y sin acompañamiento musical o bien para recitales de declamación. Además, no siempre siguen las reglas de la métrica tradicional, ya que a menudo se opta por el verso libre o la llamada prosa poética.

Componentes del lenguaje lírico

Los componentes del lenguaje lírico son:

  • Hablante lírico. Es la voz o persona ficticia que habla dentro de una obra lírica expresando sus pensamientos y emociones provenientes de su mundo interior. Puede ser un hombre, una mujer o una voz sin género, y no debe confundirse con el autor del texto.
  • Objeto lírico. Es la persona, objeto, animal o concepto que inspira los sentimientos expresados en la obra lírica. Puede ser la persona amada, un padre, una mascota, entre muchos otros.
  • Motivo lírico. Es el conjunto de sentimientos o emociones que emergen al expresarse el hablante lírico. Coincide con el llamada “temple del ánimo”, en tanto es el estado de ánimo en el cual se encuentra el hablante lírico. Puede ser, por ejemplo, la soledad, la alegría, el desánimo.
  • Actitud lírica. Es la forma en que el hablante lírico toma la voz para referir sus propios sentimientos y emociones. Existen tres actitudes líricas:
    • Actitud enunciativa. El hablante lírico adopta una postura descriptiva o narrativa, contando los acontecimientos que suceden al objeto lírico de forma objetiva.
    • Actitud apostrófica o apelativa. El hablante lírico se dirige a otro en segunda persona, y lo interpela a dialogar con él. Este otro puede ser tanto el objeto lírico como el lector.
    • Actitud carmínica o expresiva. El hablante lírico expresa de forma subjetiva su mundo interior. Es la actitud lírica por excelencia.

Subgéneros de la lírica

Dentro de la lírica se encuentran numerosos subgéneros, muchos de los cuales hoy ya no se producen. A continuación, se detallan los más conocidos, procedentes de la tradición clásica, que alcanzaron un gran desarrollo durante el Renacimiento, el Barroco y el Neoclasicismo.

Géneros mayores de la lírica

  • Oda. Composición lírica que elogia o realiza una alabanza a una persona, una idea o acontecimiento en tono de exaltación.
    Por ejemplo: “Oda a Salvador Dalí”, de Federico García Lorca.
  • Elegía. Composición lírica que expresa el dolor por la muerte de un ser querido o por la desaparición de una cosa, como ser una época o un sentimiento.
    Por ejemplo: “Coplas a la muerte del maestre don Rodrigo”, de Jorge Manrique.
  • Égloga. Composición lírica de carácter bucólico en la que los pastores cuentan sus penas, principalmente amorosas, en un espacio natural idealizado.
    Por ejemplo: “Églogas”, de Garcilaso de la Vega.
  • Sátira. Composición lírica de carácter burlesco que tiene como fin criticar, ridiculizar o censurar ciertos comportamientos. Utiliza la farsa, la ironía, la parodia y la exageración, entre otros recursos.
    Por ejemplo: “Érase un hombre a una nariz pegado”, de Francisco de Quevedo.
  • Himno. Composición lírica de tono solemne y grandilocuente, que busca ensalzar personajes de importancia patria o celebrar sucesos históricos nacionales. Es una forma poética cantada, vinculada a la canción.
    Por ejemplo: “Himno al Sol”, de José de Espronceda.
  • Canción. Composición lírica de carácter amoroso compuesta de varias estrofas que siguen un mismo patrón métrico, que requiere acompañamiento musical.
    Por ejemplo: Cancionero, de Francesco Petrarca.
  • Epístola. Composición lírica escrita en forma de carta en verso, con el que el sujeto lírico le escribe a un amigo contándole sobre su estado de ánimo.
    Por ejemplo: “Epístola moral a Fabio”, de Andrés Fernández de Andrada.

Géneros menores de la lírica

  • Madrigal. Composición lírica breve de carácter amoroso que refleja los sentimientos de amor por el objeto de deseo del sujeto lírico.
    Por ejemplo: “Madrigalejo”, de Pietro Bembo.
  • Epigrama. Composición lírica muy breve, que expresa una sola idea de forma precisa y sintética en una estrofa. Puede tener tono festivo o satírico, y lenguaje vulgar o directo.
    Por ejemplo: “Epigrama V A la misma Señora”, de León de Arroyal.
  • Letrilla. Composición lírica breve que, en sus inicios tenía un tono burlesco y satírico, pero de a poco fue incorporando otras temáticas como el amor y la religión.
    Por ejemplo: “Los dineros del sacristán”, de Luis de Góngora.

Ejemplos de poemas líricos

  1. Oda. “Oda al otoño” de John Keats, traducción de Juan V. Martínez Luciano, Pedro Nicolás Payá y Miguel Teruel Pozas

Estación de nieblas y frutos maduros,
compañera íntima del sol que todo madura,
que con él conspiras para bendecir y llenar
de fruto las viñas que los tejados rodean;
para colmar de manzanas los árboles cubiertos de musgo,
y hacer que el corazón de la fruta madure;
que crezca la calabaza, y las cáscaras de avellana se llene
de pulpa sabrosa; que nazcan brotes nuevos,
flores tardías que hagan creer a las abejas
que jamás han de acabar los días cálidos,
pues el verano sus panales ha colmado.

¿Quién, entre los de tu especie, no te ha visto a menudo?
Quien sea que te busque puede a veces encontrarte
Sentada con descuido en el suelo del granero,
Tu cabello agitado por ráfagas de viento;
O profundamente dormida en los surcos labrados,
Ebria por los efluvios e la adormidera, mientras tu hoz
Evita el siguiente haz y sus flores entrelazadas.
Y, a veces, cual espigador, mantienes
La carga firme sobre tu cabeza al cruzar el arroyo;
O con mirada paciente, junto al lagar,
Vigilas hora tras hora los últimos olores.

¿Dónde están las canciones de primavera? Sí, ¿Dónde están?
No pienses en ellas, que también tú tienes tu música,
Mientras nubes ligeras florecen en el ocaso
Y tiñen de rosa pálido las llanuras;
y un coro de lamentos entonan los insectos
entre los sauces del río, y se alejan
o se hunden en el viento ligero que nace o muere;
y los corderos adultos balan ruidosos desde las colinas;
cantan las cigarras, y con voz atiplada
el petirrojo silba desde el jardín en flor;
y golondrinas en bandadas revolotean en el cielo.

  1. Elegía. Fragmento de “Elegía a Ramón Sijé”, de Miguel Hernández

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado
que por doler me duele hasta el aliento.

  1. Égloga. Fragmento de “Égloga de Plácida y Vitoriano” de Juan del Encina

Lastimado coraçón,  
manzilla tengo de ti.  
¡O gran mal, cruel presión!   
No ternía compassión           
Vitoriano de mí          
si se va.         
Triste, ¿de mí qué será?       
¡Ay, que por mi mal le vi!      

No lo tuve yo por mal,           
ni lo tengo, si quisiesse         
no ser tan esquivo y tal.        
Esta mi llaga mortal  
sanaría si le viesse.   
¿Ver o qué?   
Pues que no me tuvo fe,       
más valdría que se fuesse.

  1. Sátira. Fragmento de “Sátira sexta. Contra los Avaros”, de Aulo Persio Flaco

Entre tanto la costa de Liguria
Me hace gozar de su templada brisa;
Mi mar invierna y en extenso valle
La sinuosa playa se retira,
Que de elevadas rocas al abrigo
Una morada ofréceme tranquila.
De Luna el puerto fuerza es ver, amigos:
Mejor aconsejado así lo afirma
El viejo Enio, cuando ya despierto
Del sueño pitagórico se inclina
Á no ser Quinto Homero ni del pavo
Á haber tenido la existencia exigua.

  1. Himno. Fragmento del “Himno Nacional Argentino” de Vicente López y Planes

Oid Mortales, el grito sagrado:
¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!
Oid el ruido de rotas cadenas:
Ved en trono a la noble Igualdad.

Ya su trono dignísimo abrieron
las Provincias Unidas del Sud,
y los libres del mundo responden
¡Al gran Pueblo Argentino salud! Coro
Sean eternos los laureles
que supimos conseguir:
coronados de gloria vivamos
o juremos con gloria morir.

  1. Canción. Canción “XI”, Cancionero, de Francisco de Petrarca

Dejar por sol o sombra vuestro velo,
señora, yo no os veo,
desde que en mí advertísteis el deseo
que de mi alma ahuyentó todo otro anhelo.

Mientras mi alto pensar tuve encubierto,
que deseando dio muerte a mi mente,
vi vuestro rostro de ternura ornado;
mas desde que el Amor me hizo evidente,
el rubio pelo lo lleváis cubierto,
y el mirar amoroso ensimismado.
Lo que más deseaba me es quitado:
así el velo me trata,
con frío y con calor, y así me mata
de vuestra dulce luz nublando el cielo.

  1. Epístola. Parte I de la “Epístola” de Rubén Darío

Madame Lugones, J'ai commencé ces vers
en écoutant la voix d'un carillon d'Anvers..
¡Así empecé, en francés, pensando en Rodenbach
cuando hice hacia el Brasil una fuga... de Bach!

En Río de Janeiro iba yo a proseguir,
poniendo en cada verso el oro y el zafir
y la esmeralda de esos pájaros-moscas
que melifican entre las áureas siestas foscas
que temen los que temen el cruel vómito negro.
Ya no existe allá fiebre amarilla. ¡Me alegro!
Et pour cause. Yo pan-americanicé
con un vago temor y con muy poca fe
en la tierra de los diamantes y la dicha
tropical. Me encantó ver la vera machicha,
mas encontré también un gran núcleo cordial
de almas llenas de amor, de ensueños, de ideal.
Y si había un calor atroz, también había
todas las consecuencias y ventajas del día,
en panorama igual al de los cuadros y hasta
igual al que pudiera imaginarse... Basta.
Mi ditirambo brasileño es ditirambo
que aprobaría su marido. Arcades ambo.

  1. Madrigal. Madrigal dedicado a Laura Gonzaga, de Gutierre de Cetina

Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos
más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay tormentos rabiosos!,
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.

  1. Epigrama. “Epigrama 13” de Juan de Iriarte

A la abeja semejante,
para que cause placer,
el epigrama ha de ser:
pequeño, dulce y punzante.

  1. Letrilla. Fragmento de letrilla 87 “Buena orina y buen color” de Luis de Góngora

Buena orina y buen color,
y tres higas al doctor.

Cierto doctor medio almud
llamar solía, y no mal,
al vidrio del orinal
espejo de la salud;
porque el vicio o la virtud
del humor que predomina,
nos lo demuestra la orina
con clemencia o con rigor.
Buena orina y buen color,
y tres higas al doctor.

La sanidad, cosa es llana
que de la color se toma,
porque la salud se asoma
al rostro como a ventana,
si no es alguna manzana
arrebolada y podrida,
como cierta fementida
galeota del Amor.
Buena orina y buen color,
y tres higas al doctor.

Origen de la lírica

El origen del género lírico se ubica en la Antigua Grecia en el siglo VII a.C., época en la cual surgió un conjunto de autores que cultivaron un tipo de poesía pensada para que fuera recitada acompañada por instrumentos musicales. El más importante de estos era la lira, dado que era el instrumento de Apolo, dios de la cultura, la música y las artes.

Los primeros poetas líricos que se reconocen fueron Alceo y Safo, ambos habitantes de la isla de Lesbos en el siglo VII-VI a.C. El primero utilizó el género para exponer sus ideas políticas mientras que la segunda centró su tema en las relaciones amorosas que contrajo con otras mujeres. Otros poetas conocidos que cultivaron el género por ese entonces fueron Orfeo, Esquilo, Sófocles, Píndaro y Eurípides.

Asimismo, Aristóteles estudió el género lírico en su obra llamada Poética (335 a. C.),en la que definió la lírica como la palabra cantada y acompañada de música.

La lírica llegó a Roma en el siglo I a.C., de la mano de los poetas neotéricos inspirados en la lírica griega. Entre los poetas más destacados se encuentran Catulo y Horacio.

El paso de la lírica por las distintas épocas fue clave e inspiró a los trovadores de la Edad Media para sus propias obras. Fue así como llegó a la Edad Contemporánea, en la que se encuentran muchos representantes del género: Sor Juana Inés de la Cruz, Pablo Neruda, Octavio Paz, Federico García Lorca, entre otros.

Referencias

  • Jiménez PA y Sáez Rodríguez JA. 2010. “La poesía”. Introducción a los géneros literarios: Teoría y ejercicios. Ministerio de Educación de España. Subdirección General de Cooperación Internacional.
  • Montaner Frutos, A. 2015. Diccionarios de géneros y modalidades líricas de la literatura hispánica. https://www.researchgate.net/

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Rabotnikof, Vanesa (25 de octubre de 2024). Lírica. Enciclopedia del Lenguaje. Recuperado el 24 de noviembre de 2024 de https://lenguaje.com/lirica/.

Sobre el autor

Autor: Vanesa Rabotnikof

Licenciada en Letras (Universidad de Buenos Aires). Especialización en Edición (Universidad Nacional de La Plata).

Revisado por: Inés Iraeta

Licenciada en Comunicación Periodística (Universidad Católica Argentina)

Última edición: 25 de octubre de 2024

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