El hipérbaton es una figura retórica o literaria que consiste en la alteración del orden sintáctico habitual de las palabras en una frase.
Ejemplo de hipérbaton:
- Nocturno el lobo de las sombras nace (Luis de Góngora, “Fábula de Polifemo y Galatea”).
El adjetivo nocturno se coloca antes de lobo, que es el sustantivo al que modifica, y el complemento de las sombras delante de nace, que es el verbo. El orden usual de la frase sería: El lobo nocturno nace de las sombras.
El hipérbaton se usa en la poesía con el fin de dotar de mayor ritmo a los versos y mantener la rima. Por ejemplo, en los siguientes versos:
Así como por la montaña sube el viento
tu recuerdo sube por mi pensamiento
Se efectúa un hipérbaton en el primer verso para que rime con el segundo (viento / pensamiento). El orden habitual sería: Así como el viento sube por la montaña.
Este recurso también se utiliza, tanto en prosa como en poesía, para destacar alguna palabra o expresión. Por ejemplo, en Por el cielo, la nube blanca camina, el complemento (por el cielo) se coloca antes del verbo (camina) y, así, se resalta más.
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Ejemplos de hipérbaton
- Si mal no recuerdo.
(Si no recuerdo mal).
- Ni qué decir tiene.
(Ni tiene qué decir).
- Bastante paciencia te tengo.
(Te tengo bastante paciencia).
- Llegó tarde la alumna al examen.
(La alumna llegó tarde al examen). - A Dios gracias.
(Gracias a Dios).
- Profundos y plenos
cual dos graciosas, breves inmensidades
moran tus ojos en tu rostro como dueños.
Macedonio Fernández, “Suave encantamiento”
(Tus ojos moran en tu rostro profundos y plenos, cual dos inmensidades graciosas y breves).
- Breves instantes
de pérfido placer no han compensado
el tedio y amargura que rebosa
mi triste corazón.
José María Heredia, “En mi cumpleaños”
(El tedio y amargura que rebosa mi triste corazón no han compensado breves instantes de pérfido placer).
- A las promesas miro como a espías;
morir al paso de la edad espero;
pues me trajeron, llévenme los días.
Francisco de Quevedo, “Prevención para la vida y para la muerte”
(Miro a las promesas como a espías; espero morir al paso de la edad, llévenme los días, pues [ellos] me trajeron).
- [Las puertas] del gran fruto de la casa son la cáscara avarienta.
Gabriela Mistral, “Puertas”
(Las puertas son la cáscara avarienta del gran fruto de la casa).
- Habíales contado Sancho al cura y al barbero la aventura de los galeotes […] y por esto cargaba la mano el cura refiriéndola, por ver lo que hacía o decía don Quijote.
Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha
(Sancho habíales contado al cura y al barbero la aventura de los galeotes y por eso el cura cargaba la mano refiriéndola, por ver lo que hacía o decía don Quijote).
Tipos de hipérbaton
Se suelen distinguir cuatro tipos de hipérbaton:
- Anástrofe. Es la inversión del orden habitual de palabras sucesivas en una frase.
Por ejemplo: Cuidarte querría (en vez de querría cuidarte)
También se considera una anástrofe la anteposición de una palabra o expresión que usualmente va al final, situando al final la que suele ir al principio.
Por ejemplo: Era del año la estación florida
Luis de Góngora, “Soledad primera”
(en vez de Era la estación florida del año). - Tmesis. Es la intercalación de una o más palabras en medio de otra u otras. Por ejemplo:
Tu examen fue real-, en serio, -mente brillante.
Hizo, pues, lo que debía y visitó a su madre.
También se consideran tmesis los casos en los que se ubica una parte de una palabra al final de un verso y otra parte al comienzo del verso siguiente. Por ejemplo:
Y mientras miserable-
mente se están los otros abrasando,
tendido yo a la sombra esté cantando.
Fray Luis de León, “Oda I” - Paréntesis. Es la intercalación de una frase en medio de otra, de manera que interrumpe el discurso. Por ejemplo:
Murió en Atenas mi hijo
(¡ay, infeliz prenda amada!,
no el referir me avergüence
tu muerte, que no desaira
su queja el que la pronuncia
a vista de la venganza)
y aunque mi valor pudiera
haberle dado a mi saña…
Sor Juana Inés de la Cruz, Amor es más laberinto - Histerología. Es la inversión del orden lógico de las ideas, diciendo antes lo que sucede después.
Por ejemplo: Muramos, y arrojémonos en el fragor del combate
Virgilio, Eneida, II, 353
(en vez de Arrojémonos y muramos en el fragor del combate).
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Ejercitación: hipérbaton
Referencias
- Beristáin, Helena (1995). “Hipérbaton”, en Diccionario de retórica y poética, Porrúa.
- Marchese, Angelo y Joaquín Forradellas (2007). “Hipérbaton” en Diccionario de retórica, crítica y terminología literaria, Ariel.
- Preminger, Alex y otros (eds.) (1993). “Hysteron proteron”, en The New Princeton Encyclopedia of Poetry and Poetics, MJF Books.
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