Los géneros teatrales o formas teatrales, a veces llamados también géneros dramáticos, son los distintos estilos en los que puede darse una pieza teatral. Cada uno tiene sus propias características específicas en cuanto a temática, personajes e incluso montaje de la obra.
Algunos ejemplos de géneros teatrales son:
- La tragedia
- La comedia
- La sátira
- El sainete
- El entremés
El teatro es una de las formas artísticas más antiguas de la humanidad, cuyos orígenes se remontan a los ritos religiosos y festividades tradicionales de las culturas antiguas, en especial de la Antigua Grecia. A lo largo de sus miles de años de historia, han variado no solo sus temáticas e intereses, sino también sus modos de representación y las perspectivas con que se lo estudia y clasifica. De modo que hoy existen muchos géneros teatrales diferentes.
Estos géneros dramáticos se suelen agrupar en dos categorías generales:
- Los géneros mayores, considerados como los géneros más complejos, universales y que ofrecen a su audiencia mayor experiencia artística. Sus piezas suelen desarrollarse a lo largo de tres a cinco actos.
Los géneros mayores son: tragedia, comedia y tragicomedia. - Los géneros menores, considerados como representaciones breves y más ligeras, propias de un momento histórico y una cultura determinada. Sus piezas comprenden normalmente un único acto.
Los géneros menores son muchos, entre los que destacan: farsa, melodrama, comedia del arte, entremés, sainete, vodevil y zarzuela.
Atención: En muchos contextos, los términos “teatral” y “dramático” se manejan como sinónimos. Sin embargo, existe una diferencia importante entre ellos: lo teatral normalmente se refiere a la representación de la obra en el escenario, mientras que lo dramático normalmente tiene que ver con la escritura de la obra, o sea, con el guion.
- Ver además: Géneros literarios
Los géneros teatrales mayores
Los géneros mayores de la tradición teatral nacieron en la Antigua Grecia alrededor del período clásico (del 500 a. C. al 323 a. C. aproximadamente), durante el cual florecieron las artes y la cultura, y se compusieron muchas de las piezas dramáticas que todavía se conservan.
La tragedia
De acuerdo con Aristóteles (384-322 a. C.), la tragedia es una representación teatral solemne, centrada en el destino terrible de personajes heroicos y ejemplares. Su propósito es conmover a la audiencia y exponerla a situaciones dolorosas con las que se pueda identificar, para que a través de un mecanismo llamado catarsis, dé salida a sus emociones negativas (como la rabia o el odio) y las pueda contrarrestar a través de la compasión o el dolor.
Sus principales características son:
- Es una representación de tipo solemne, centrada en personajes y acciones ilustres, como héroes, reyes, etcétera.
- Tiene un final terrible y doloroso, que a menudo implica el sufrimiento, la muerte o el exilio de los protagonistas.
- Los personajes se muestran como esclavos de su destino.
- Persigue una enseñanza moral a través del sufrimiento.
El origen de la tragedia se remonta a las fiestas religiosas que se hacían en la Antigua Grecia en honor al dios del vino Dioniso, en las que un macho cabrío solía sacrificarse. De allí su nombre, compuesto por las voces tragos, “chivo”, y oide, “canción”. Las primeras composiciones de este tipo se le atribuyen al dramaturgo y actor griego Tespis (ca. 550-500 a. C.) de quien casi no se conservan textos originales.
Algunas de las obras más representativas de la tragedia provienen de la antigüedad, y son:
- Edipo rey de Sófocles (496-406 a. C.).
- Los siete contra Tebas de Esquilo (ca. 525-456 a. C.).
- Las bacantes de Eurípides (ca. 484-406 a. C.).
Otras tragedias, en cambio, provienen de autores modernos:
- El castigo sin venganza de Lope de Vega (1562-1635).
- El rey Lear de William Shakespeare (1564-1616).
- La doncella de Orleans de Friedrich Schiller (1759-1805).
- Bodas de sangre de Federico García Lorca (1898-1936).
- Más en: Tragedia
La comedia
De acuerdo con Aristóteles (384-322 a. C.), la comedia es una representación teatral liviana, en la que se representa a los seres humanos de manera risible, o sea, destacando lo ridículo que hay en ellos, para el entretenimiento y la identificación de la audiencia. De este modo, los personajes de la comedia suelen encarnar los vicios y las flaquezas del ser humano, y son conducidos en la obra al enredo y las situaciones esperpénticas.
Sus principales características son:
- Es una representación centrada en personajes cotidianos, vulgares, de los que se exageran sus aspectos más ridículos.
- Tiene un final feliz, en el que se desatan los enredos y los personajes obtienen algún aprendizaje.
- Los personajes se muestran libres, dueños de su destino.
- Persigue una enseñanza moral a través de la risa.
La comedia comparte su origen con la tragedia, aunque en este caso proviene del ditirambo de la Antigua Grecia, una composición lírica ritual en la que el coro le cantaba a Dionisio. Uno de los primeros y más grandes compositores del género en la Antigüedad fue Aristófanes (444-385 a. C.), seguido de cerca por Menandro (342-291 a. C.). Algunas de sus obras más representativas fueron:
- Lisístrata de Aristófanes.
- El misántropo de Menandro.
Otras obras de importancia, fruto de autores modernos, son:
- La fierecilla domada de William Shakespeare (1564-1616).
- El condenado por desconfiado de Tirso de Molina (1579-1648).
- El avaro de Molière (1622-1673).
La tragicomedia
Se trata de un género teatral que integra en una misma pieza elementos propios de la tragedia y de la comedia, así como elementos de otros géneros menores. Los héroes tragicómicos persiguen un objetivo personal (como el amor, la gloria, la justicia, entre otros) y para hacerlo deben enfrentar y superar una serie de obstáculos cotidianos.
Sus principales características son:
- En sus piezas se combinan elementos trágicos y cómicos, o sea, coexisten el sufrimiento y la risa.
- Se trata de un género realista, que retrata la vida cotidiana.
- El final de la obra puede ser feliz o agridulce.
En la Grecia Antigua la tragicomedia se conoció como “drama satírico” y usualmente contaba una historia con motivos legendarios o mitológicos, pero siempre desde un punto de vista cómico y realista, en el que los dioses no intervenían en el destino de los mortales.
Muy posteriormente, se acuñó el término tragicomedia, durante el siglo XVI, cuando este tipo de piezas estuvo en boga en el teatro francés. Autores como Moliére y Jean Racine lo entendieron en su momento como una historia trágica con un final feliz. Algunas de las obras más representativas de la tragicomedia son:
- La tragicomedia de don Duardos de Gil Vicente (1465- c.1536).
- La tempestad de William Shakespeare (1564-1616).
- Fuente Ovejuna de Lope de Vega (1562-1635).
- Más en: Tragicomedia
Cuidado: A menudo se emplea la palabra “drama” como si se tratara de otro género teatral, pero en realidad esta voz, proveniente del griego y traducible como “actuación”, se emplea para referirse a las obras teatrales en general, por lo que no es distinguible de la tragedia y la comedia.
- Más en: Comedia
Los géneros teatrales menores
Los géneros menores de la tradición teatral reciben ese nombre porque sus obras son, comparativamente, de menor duración y envergadura que las de los géneros mayores. En esta categoría se hallan géneros de origen histórico diverso, cada uno con rasgos distintivos en cuanto a temática, duración y propuesta de montaje.
La farsa
Se trata de un género teatral de naturaleza cómica, cuyas piezas se caracterizan por sus personajes caricaturescos o estereotípicos, representados en situaciones fantásticas o irreales. Pero a diferencia de la comedia, no siempre provoca la risa en el espectador, sino que apunta más bien a producir vergüenza.
Sus principales características son:
- En sus obras abundan la exageración, la extravagancia y las payasadas, tanto físicas como verbales.
- A menudo se considera una forma de la comedia.
- Puede incursionar en el erotismo, la obscenidad y las situaciones incómodas.
La farsa tuvo su origen en las antiguas Grecia y Roma, sobre todo en las “comedias megarenses” del siglo V a. C., y entre sus autores destacados más antiguos figuran Formis, Epicarmo y Susarión. En el mundo moderno, la farsa como género reapareció en la Francia del siglo XV, vinculada con espectáculos teatrales de payasería e indecencia que en siglos posteriores dieron pie al surgimiento de otros géneros menores, como el vodevil o el teatro bufo cubano.
Si bien elementos farsescos pueden ser hallados en numerosas obras de otras categorías, algunas obras representativas de la farsa son:
- La farsa de Maître Pathelin de Guillaume Alexis (1425-1486).
- La pulga en la oreja de Georges Feydeau (1862-1921).
- El oso de Antón Chéjov (1860-1904).
El entremés
Se trata de un género de piezas muy breves y de naturaleza jocosa, que se solían representar en las pausas que había entre obras más importantes, durante el Siglo de Oro español. De allí su nombre, tomado en préstamo del francés entremets (algo así como “aperitivos”).
Sus principales características son:
- Eran obras breves de un único acto, representadas entre la primera y segunda jornada de las grandes comedias del teatro español y escritas en prosa o en verso.
- Sus personajes eran arquetípicos: el tonto del pueblo, el estudiante, el criado, el médico, la beata, entre otros.
- Eran obras de naturaleza cómica, en las que podían hallarse elementos costumbristas, motivos paródicos o elementos farsescos.
La creación del entremés se le atribuye al dramaturgo español Lope de Rueda (c.1505-c.1565), pero su momento de esplendor y escritura más prolífica fue desde la segunda mitad del siglo XVI hasta mediados del siglo XVII. Algunas obras representativas de este género son:
- Entremés del vizcaíno fingido de Miguel de Cervantes (1547-1616).
- Los refranes del viejo celoso de Francisco de Quevedo (1580-1645).
- El barbero de Luis Quiñones de Benavente (1589-1651).
La comedia del arte
Se trata de un género de teatro popular nacido en la Italia del siglo XVI y que existió hasta entrado el siglo XIX. En sus obras se mezclaban elementos del teatro renacentista con tradiciones carnavalescas (como máscaras y disfraces), actuaciones de mimo y modestas acrobacias. Sus actores se agrupaban en compañías y troupes errantes, dado que eran herederos de los juglares medievales.
Sus principales características son:
- Sus tramas eran simples y mucho en ellas se dejaba a la libre invención de los actores, por lo que se conoció también como “comedia improvisada” (en italiano commedia all’improviso).
- Sus personajes eran siempre los mismos y se llamaban igual, independientemente de la trama, y era común que interactuaran con el público presente.
- Las obras a menudo eran de creación colectiva, o se inspiraban en otras obras célebres de su tiempo.
La comedia del arte fue un género teatral de inmenso éxito en Italia primero y luego en el resto de Europa. Esto le permitió adaptarse, a lo largo de tres siglos de historia, a las tendencias locales de España, Francia y Rusia, principalmente.
Si bien resulta difícil definir obras representativas de la comedia del arte, ya que se trataba en su mayoría de improvisaciones, variaciones y creaciones colectivas, aún se conservan algunos manuscritos con apuntes y señalamientos de actores y escritores como Stefanello Bottarga, Doménico Bruni o Casanatense.
El sainete
Se trata de un género teatral de obras breves y jocosas, de carácter costumbrista, que en la tradición teatral española sustituyó al entremés tras su decadencia en el siglo XVIII. Los sainetes se representaban normalmente al final de una obra más seria y extensa, a modo de fin de fiesta.
Sus principales características son:
- Fue un subgénero cómico, que abordaba temáticas populares de manera jocosa y liviana.
- A menudo reflejaba la situación socioeconómica local, a través de la imitación del habla y las tradiciones locales.
- Existió a lo largo de los siglos XVIII, XIX y XX, pero fue reemplazado por la zarzuela y el melodrama.
Existieron distintas modalidades locales del sainete, que llevaban la impronta de la geografía en donde se creaban. Así, por ejemplo, hubo sainetes valencianos en Valencia, España, y sainetes criollos en Argentina y Uruguay. Algunas obras representativas del sainete son:
- Casarse con su enemigo de Luis Moncín (c.1750-1801).
- Mañana de sol de Serafín (1871-1938) y Joaquín (1873-1944) Álvarez Quinteiro.
- Entre gallos y medianoche de Carlos Cariola (1895-1960).
El melodrama
Se trata de un género teatral surgido a finales del siglo XVIII, vinculado tanto a la ópera como al teatro. En sus piezas se combinaban elementos trágicos y cómicos, pero su rasgo fundamental fue el empleo del arreglo musical para acompañar y subrayar los instantes emocionantes de la trama. Esto le ganó inicialmente mucho desinterés literario, pues fue considerado un género vulgar y poco elaborado artísticamente.
Sus principales características son:
- Sus obras eran tragicómicas y empleaban la música para exagerar el contenido emocional de la trama: música triste en los momentos de sufrimiento y música alegre en los momentos de placer.
- Sus personajes solían estar claramente divididos entre buenos y malos desde el comienzo.
- La temática amorosa fue predominante en sus obras, casi todas de final feliz.
El melodrama fue uno de los principales géneros teatrales del siglo XIX, en cuanto a popularidad, hasta que fue desplazado por las nuevas tendencias naturalistas del teatro de la segunda mitad del siglo XIX, que rechazaron su artificiosidad y prefirieron propuestas que imitaran la realidad social.
Algunas obras representativas del melodrama son:
- Coeline de René-Charles Guilbert de Pixérécourt (1773-1844).
- Sordo y mudo de Thomas Holcroft (1745-1809).
- Amor en un laberinto de Dion Boucicault (1820-1890).
La zarzuela
Se trata de un género teatral y musical a la vez, en el que el canto, la música y la actuación se combinan a la manera de una opereta. Su nombre proviene del Teatro de la Zarzuela, en Madrid, donde se escenificaron las primeras obras del género, muchas de ellas provenientes del Siglo de Oro español y pensadas como una suerte de comedia con orquesta.
Sus principales características son:
- Fue un género tragicómico, de obras livianas y divertidas, fuertemente ancladas en el imaginario del mundo hispano.
- En sus obras se alternaban la música, el baile y el canto con la actuación teatral.
- Existieron dos tipos de zarzuela: las de género breve o género chico, o sea, de un solo acto, y las de género grande o gran zarzuela, de dos a tres actos.
En el siglo XIX, sin embargo, la zarzuela adquirió importantes rasgos populares, costumbristas y regionalistas. Esto le permitió adaptarse a las distintas regiones del Imperio español y convertirse en un género teatral muy diverso, que reflejaba la situación de crisis que vivía la región a mediados del siglo. La variante filipina de la zarzuela, por ejemplo, se conoció a finales del siglo XIX como sarsuwela.
Algunas obras representativas de la zarzuela son:
- La verbena de la paloma (El boticario y las chulapas y celos mal reprimidos) de Ricardo de la Vega (1839-1910).
- La revoltosa de José López Silva (1861-1925) y Carlos Fernández Shaw (1865-1911).
- El barberillo de Lavapiés de Luis Mariano de Larra (1830-1901).
El vodevil
Se trata de un género teatral nacido en Francia en el siglo XIX, perteneciente al llamado “teatro de variedades” en que se solían combinar espectáculos de distinta naturaleza en una misma jornada teatral. Su nombre es la castellanización del francés vaudeville y consistía en una comedia ligera que intercalaba en su estructura piezas musicales, especialmente las de mucho éxito popular.
Sus principales características son:
- Se trata de un género cómico y lírico a la vez, cercano a la opereta y a la zarzuela.
- Podía combinar actuaciones y cantos con otros tipos de espectáculo, como el baile, las acrobacias o el burlesque.
- Sus obras consistían en comedias picantes, frívolas, en las que la intriga y el enredo jugaban un rol importante.
A pesar de haber nacido en Francia, el vodevil fue cultivado intensamente en Estados Unidos y luego popularizado en el mundo entero, donde desplazó a otros géneros parecidos de origen local. Algunas piezas representativas del vodevil son:
- Le Comte Orly de Gioachino Rossini (música) (1792-1868) y Eugène Scribe (texto) (1791-1861).
- Les Dominos roses de Alfred Delacour (música) (1817-1883) y Alfred Hennequin (texto) (1842-1887).
- El vodevil de la pálida, pálida, pálida, pálida rosa de Miguel Romero Esteo (1930-2018).
Referencias
- British Broadcasting Company (BBC). (s. f.). Exploring different theatrical genres and styles. BBC Bitesize. https://www.bbc.co.uk/
- Giménez, E. (2002). “Formas teatrales”. Formas teatrales. Assaig de teatre: revista de l'Associació d'Investigació i Experimentació Teatral, pp. 163-165.
- Lobato, M. L. (2012). “Historiografía de los géneros teatrales breves áureos: hacia la concepción de la fiesta teatral en su conjunto”. Teatro de palabras. Revista sobre teatro áureo, n. 6.
- The Encyclopaedia Britannica. (2023). Theatre (art). https://www.britannica.com/
Sigue con:
Ejercicio: géneros teatrales
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