Expresión oral (qué es, características, tipos y ejemplos)

La expresión oral es la habilidad de transmitir eficazmente, a través del uso de la voz, información verbal, es decir, un mensaje elaborado con palabras.

Ejemplos de expresión oral: exposición, discurso, debate,narración, entrevista.

La expresión oral es una de las maneras en las que se produce la comunicación entre los seres humanos. En todo proceso comunicativo, hay un emisor (alguien que realiza un mensaje) y un receptor (alguien que recibe e interpreta el mensaje).

La eficacia de un mensaje oral depende del contenido y la forma, es decir, de qué dice el emisor, cómo lo dice y con qué fin. También de la aplicación de ciertas destrezas socioculturales y lingüísticas. Por ejemplo, una persona quiere cambiar una prenda en una tienda y le dice con un tono amable al vendedor: “Buenos días, necesitaría cambiar esta chaqueta, por favor”. En este caso, el mensaje es eficaz, porque el cliente utilizó palabras formales y un tono correcto para alcanzar su objetivo: poder cambiar la chaqueta.

Esta destreza se adquiere de forma natural, puesto que, desde el nacimiento, los seres humanos aprenden a comunicarse con otros y las reglas de interacción que permiten desenvolverse en las distintas situaciones cotidianas. Sin embargo, es una habilidad que se puede mejorar, ya que es posible incorporar técnicas que permiten elaborar una expresión oral fluida, clara y coherente.

Importancia de la expresión oral: La importancia de la expresión oral radica en que un hablante debe tener la habilidad de producir un mensaje que sea comprendido por el emisor. Además, según cuál sea el objetivo del mensaje, por ejemplo, convencer o pedir algo, el hablante deberá conocer y emplear diferentes recursos.

Ver además: Tipos de comunicación

Características de la expresión oral

Las características de una correcta expresión oral son:

Fluidez. Las palabras se pronuncian con naturalidad para formar frases que expresan ideas completas, de forma similar a las oraciones.
Claridad. El hablante transmite sus ideas, pensamientos y emociones de forma precisa, evitando las confusiones y los malentendidos.
Adecuación. El hablante elabora su mensaje teniendo en cuenta las características del contexto, es decir, el vínculo que tiene con el oyente, el sitio en el que se encuentra y la situación comunicativa.
Coherencia. El mensaje se produce desarrollando un tema de forma ordenada y con una conexión lógica entre los conceptos y las ideas. Esto puede lograrse con el uso de conectores, entre otros recursos.
Seguridad. El hablante transmite confianza a través de su voz, sus expresiones faciales y sus movimientos corporales.

Elementos de la expresión oral

En la expresión oral, intervienen distintos elementos verbales:

Léxico. Los términos que se emplean deben ser pertinentes para la situación, puesto que, según las características del contexto, se utilizan palabras más o menos formales y se incluyen más o menos definiciones o aclaraciones.
Por ejemplo, si una persona entra en un hotel para alquilar una habitación, lo más correcto en ese contexto es que diga: “Buenas tardes, quisiera consultar por una habitación”.
Estructura. Está conformada por el vínculo entre los distintos elementos verbales, como la concordancia entre palabras, la formación de oraciones correctas para expresar las ideas y la jerarquización de la información, que suele ir de lo conocido a lo nuevo y de lo general a lo particular.
Por ejemplo, en una clase de Ciencias Naturales, un profesor puede decir: “Todos los planetas del sistema solar presentan tres movimientos: de rotación, de traslación y de precesión”.
Recursos retóricos. Son distintos usos del lenguaje que permiten embellecer y enriquecer los mensajes, de modo que sean más persuasivos o entretenidos.
Por ejemplo, en un discurso, un candidato a gobernador puede decir: “Voten por mí, prometo que no los defraudaré, porque conozco sus necesidades y sus inquietudes”.

Además, en la expresión oral, hay factores no verbales que modifican la transmisión de la información verbal:

La voz. Es la herramienta sonora que se utiliza para producir las palabras y puede modificarse según el volumen, el tono, el ritmo y la intensidad.
Por ejemplo: en una conferencia, el volumen de la voz debe ser alto, para que todos los oyentes puedan escuchar con claridad; el tono, calmo pero variado; el ritmo, pausado; y se pueden intensificar algunas palabras y/o frases para resaltarlas.
Silencios y pausas. Son interrupciones entre las palabras o los enunciados y se utilizan con diversos fines, como generar suspenso, atraer la atención de los oyentes o simplemente romper la monotonía del discurso.
Por ejemplo, se pueden realizar pausas cuando se quiere resaltar las partes importantes de un mensaje.
Gestos. Son las expresiones faciales del hablante que manifiestan emociones, estados de ánimo y pensamientos.
Por ejemplo, una persona que participa de un debate puede expresar seriedad y firmeza mediante sus gestos.
Movimientos y posturas corporales. Son las formas de usar el cuerpo, que manifiestan distintos significados.
Por ejemplo, si una persona que da un discurso se encuentra parada y erguida, transmite más seguridad.
Mirada. Es una manera de mostrar confianza y de mantener contacto con los oyentes.
Por ejemplo, dos personas que están dialogando se suelen mirar a los ojos.

Tipos y ejemplos de expresión oral

Existen muchos tipos de expresión oral, algunos de ellos son:

Discurso. Es aquella expresión oral en la que alguien manifiesta una serie de ideas delante de muchas personas y, generalmente, incorpora distintos recursos retóricos para emocionar o convencer al público.
Por ejemplo, cuando un candidato a presidente da un discurso de cierre de campaña.
Debate. Es una expresión oral en la que dos o más personas presentan sus puntos de vista y sus argumentos. Generalmente, cuenta con reglas específicas y un moderador que interviene para que los participantes las respeten.
Por ejemplo, cuando dos científicos debaten en un congreso sobre un tema de interés para la comunidad.
Conversación. Es aquella expresión oral en la que dos o más personas intercambian información en relación con uno o varios temas, y puede ser formal o informal. Suele tener reglas tácitas, como el respeto por el momento en el que habla cada uno.
Por ejemplo, cuando dos amigos conversan sobre sus actividades del fin de semana.
Exposición. Es aquella expresión oral en la que una persona diserta y explica las ideas más relevantes de un tema. Existen distintos tipos de exposiciones, como las escolares, las académicas y las empresariales.
Por ejemplo, cuandoun estudiante universitario expone sobre distintas teorías antropológicas.
Lectura de un texto. Es aquella expresión oral en la que se lee un texto en voz alta. En este caso, la claridad en la pronunciación, el ritmo, el tono y el volumen de la voz deben ser adecuados.
Por ejemplo, cuando un senador lee un artículo de una ley a sus asesores.
Narración. Es aquella expresión oral en la que se relata una historia, que puede ser literaria, mitológica, legendaria o anecdótica.
Por ejemplo, cuando un abuelo les cuenta una historia tradicional a sus nietos.
Entrevista. Es el intercambio que se produce entre un periodista y una persona destacada en alguna disciplina o ámbito.
Por ejemplo, cuando un periodista deportivo entrevista a un jugador de fútbol.

Técnicas de expresión oral

Existen distintas técnicas que se pueden emplear para mejorar la expresión oral. Algunas de ellas se adquieren de manera natural, pero otras se analizan y se incorporan en la escuela, la universidad o en diversos cursos. La finalidad de estas técnicas es que el hablante perfeccione la forma de hablar, es decir, el modo en que dice algo, para que su mensaje sea más efectivo.

Algunas de las técnicas que se usan para expresarse oralmente en público son:

Planificar. Se debe organizar sobre qué se va a hablar y cómo se va a transmitir el mensaje.
Por ejemplo, cuando una persona prepara una exposición, se debe tener en cuenta cuánto ampliar cada idea.
Utilizar un registro adecuado. Se deben incluir palabras que sean comprendidas por los oyentes y que sean adecuadas al contexto.
Por ejemplo, en una exposición escolar, se deben usar términos específicos, pero incluyendo sus definiciones para que los estudiantes los entiendan.
Emplear recursos retóricos. Se deben incluir distintos recursos para que el mensaje no sea aburrido o poco interesante.
Por ejemplo, cuando una persona hace una exposición, puede comenzar con una pregunta para captar el interés del público.
Detectar cómo el oyente percibe la información. Se debe tener en cuenta cómo los receptores perciben el mensaje.
Por ejemplo, cuando una persona hace una exposición, debe analizar cómo reacciona el público y si los oyentes están comprendiendo y prestando atención a aquello que se dice.
Evitar muletillas. Se debe evitar la repetición de palabras innecesarias.
Por ejemplo, en una conferencia, se evita el uso de muletillas como digamos, o sea, ¿verdad?, bueno, eh.
Modificar los matices de la voz. Se debe intentar modificar la entonación y la intensidad de la voz prudentemente, para evitar ser monótono y perder la atención de la audiencia.
Por ejemplo, se pueden resaltar palabras o ideas relevantes modificando la entonación.
Regular la expresión de emociones. El hablante debe intentar transmitir tranquilidad y evitar demostrar todo lo que siente o piensa.
Por ejemplo, si en una exposición el hablante no está de acuerdo con el comentario de un oyente, debe intentar mantener su postura sin mostrar desaprobación.
Regular los gestos y los movimientos del cuerpo. Se deben reducir las expresiones corporales de sentimientos y pensamientos.
Por ejemplo, cuando una persona hace una exposición, se suele evitar gesticular de forma excesiva.

Expresión oral y escrita

La expresión oral y la escrita son dos habilidades que demuestran el grado de conocimiento y uso que un hablante tiene de su lengua. Presentan algunas similitudes, puesto que ambas utilizan palabras para transmitir un mensaje y se guían por reglas específicas.

Sin embargo, también tienen diferencias. La expresión oral tiene reglas menos rígidas, dado que el hablante puede producir frases incompletas o con sobreentendidos y el receptor suele entender el mensaje sin problemas. En cambio, en la expresión escrita, no puede haber oraciones incompletas y se debe explicar todo, porque no hay información que se pueda deducir por el contexto.

Además, en la expresión oral, intervienen distintos elementos no verbales que modifican notoriamente el mensaje, como la voz, la entonación y los gestos. Por el contrario, en la expresión escrita, únicamente intervienen los signos de puntuación y la disposición de la información en títulos, subtítulos, párrafos, capítulos y apartados.

Las características de ambos tipos de expresiones dependen del contexto en el que suelen ocurrir. Generalmente, la expresión oral se produce en una situación en la que el emisor y el receptor se encuentran en el mismo lugar al mismo tiempo. En cambio, la expresión escrita suele suceder de forma diferida, porque el emisor y el receptor no se encuentran en el mismo sitio en el mismo momento.

Referencias

Barrios, J. (2015). La expresión oral: herramienta indispensable dentro del proceso comunicativo. CienciaMatria, 1(1), 90-100.
Ortega Cardona, A. (2015). La motivación en la expresión oral. Revista Huellas, 1(2). https://revistas.udenar.edu.co/
Ramírez Martínez, J. (2002). La expresión oral. Elementos verbales de la expresión oral. Contextos Educativos, 5, 57-72.

Sigue con: