Debate (elementos, estructura y reglas)

Un debate es una técnica comunicativa que consiste en confrontar posturas e ideas sobre un tema específico. Se trata de un tipo de conversación estructurada entre dos o más contrincantes, ya sean individuos solos o dentro de un equipo, que defienden o atacan determinado tópico.

Ejemplos de debate: los debates parlamentarios entre diputados y senadores.

Los participantes de un debate desarrollan argumentos a través de la palabra, y buscan la forma más eficaz para comunicarlos. A través del contraste de las distintas argumentaciones, se llega a un resultado que será un acuerdo o un punto intermedio acerca del tema que se está debatiendo.

A grandes rasgos, las características del debate son:

Debe ser fluido, con información y argumentos de calidad.
Tiene que ser equilibrado y con una duración moderada.
Precisa de una investigación documental rigurosa para poder fundamentar las ideas.
Contiene reglas a seguir por parte de los participantes.
No tiene que tocar otros asuntos que no refieran al tema central.
Es en su mayoría oral, pero existe también el debate escrito.

Cuidado: Además del debate formal, en el que existe un tema, una estructura y una serie de reglas previamente acordadas entre los participantes, también existe el tipo de debate informal, en el que el tema a debatir surge de forma espontánea, no hay turnos de habla previamente acordados ni están predefinidos los participantes. Por ejemplo: un debate familiar sobre la actitud de ciertas empresas frente al calentamiento global.

Ver además: Artículo de opinión

¿Para qué sirve un debate?

Las ventajas de los debates son muchas, pero la principal es que construyen conocimiento de manera colectiva. Todas las voces que conforman un debate brindarán información veraz que resultará provechosa para el tema tratado. Además, promueven el desarrollo del pensamiento crítico, el interés por temas de relevancia social y la tolerancia.

El debate es una herramienta muy utilizada en los distintos ámbitos de una sociedad, tanto en el escolar y académico como en la política y en la esfera privada.

Los debates contribuyen a exponer las ventajas y desventajas de cualquier asunto. Permiten que los y las debatientes trabajen con la organización de la información de sus propios discursos. Asimismo, brindan información muy valiosa a los espectadores, quienes desarrollarán la habilidad de la escucha crítica.

Elementos de un debate

Los principales elementos que forman parte de un debate estructurado son:

Participantes. El debate se da entre dos o más personas que intercambian ideas de forma oral y, en ocasiones, escrita. Hay un moderador, público y, en ocasiones, un jurado.
Estructura. El debate necesariamente ocurre en un intercambio organizado, por turnos, con determinadas reglas para exponer los diferentes puntos de vista.
Tema. El debate expone ideas acerca de un asunto central y no permite tocar tópicos que no sean de pertinencia.
Argumentaciones. El debate cuenta con la confrontación de argumentos para llegar a determinada conclusión.

Participantes de un debate

Los principales participantes de un debate formal son:

Oponentes o debatientes. Son los concursantes efectivos del debate, que presentan sus posturas opuestas. Pueden conformar equipos o mantenerse como individuos que hablan por sí mismos. Suelen ser expertos en el tema que se los convoca, dado que exponen sus hipótesis, argumentos y contraargumentos sustentados con información bibliográfica.
Moderador o facilitador. Son los que plantean el tema a tratar de forma imparcial y las reglas que los oponentes deben cumplir para que el debate sea exitoso. Suelen cuidar los turnos de habla y velar porque haya respeto y tolerancia entre las partes concursantes.
Jueces. Son una figura optativa. Son los encargados de realizar una evaluación externa, según la calidad de los argumentos y la destreza en la comunicación. Además, pueden ofrecer una devolución constructiva de lo expuesto por cada equipo.
Audiencia. Es el público que con frecuencia presencia los debates. Por lo general, se trata de observadores que no intervienen, pero en muchos casos son parte importante dado que, de forma aleatoria, se les puede pedir su opinión o que realicen preguntas a los concursantes.

Estructura de un debate

Los debates formales comprenden la siguiente estructura, dividida en cuatro etapas:

Apertura o inicio, es el segmento en el que el moderador presenta el tema, su vigencia y las dos o más posturas que se debatirán. A continuación, presentará a cada uno de los contrincantes y sus conocimientos académicos o profesionales relacionados al tema.
Cuerpo, es el segmento en el que, por turnos, los y las participantes presentarán argumentos a favor o en contra del tema, según información documentada. Luego se dará una interacción entre ellos, mediada por el moderador.
Preguntas y respuestas, es el segmento en el que el moderador formula preguntas de pertinencia para que contesten los contrincantes, y así redondear el tema. Esta fase es optativa en algunos debates.
Conclusión, es el segmento en el que se cierra el debate tras un breve resumen de las posturas que se expusieron y en el cual se anunciará, si hubiera, un ganador o la conclusión a la que se llegó.

Reglas de un debate

La existencia de reglas y normas preestablecidas en un debate formal resulta clave para que el evento se desenvuelva de forma exitosa. Algunas de ellas son:

Brindar una exposición y argumentación tanto breve como pertinente.
Acompañar las críticas hacia el tema expuesto con alternativas válidas.
Ser claro y ordenado en la exposición.
Respetar los diferentes turnos de habla.
No elevar la voz para silenciar o interrumpir al oponente.
Ser tolerante ante las diferentes posturas, sin subestimar al oponente.
Pedir autorización al moderador antes de replicar los argumentos.

¿Cómo se organiza un debate?

Organizar un debate requiere de planificación. Estos son los pasos básicos a seguir:

Definir el tema a debatir, el formato o estructura que tendrá y las reglas correspondientes.
Nombrar a un moderador que coordine el desarrollo del debate.
Acordar el día, el horario y el lugar del debate.
Determinar los roles que asumirán cada uno de los participantes.
Organizar el espacio y disponer del mobiliario necesario para ubicar al equipo defensor, al equipo de la contraparte, al moderador y al público. Si hubiera jurado, disponer de un lugar para este también.
Previo al evento, los contrincantes deben investigar y preparar su disertación, monitoreando el tiempo de exposición. En este punto, se ensayarán los argumentos y contraargumentos sobre el tema a debatir.

Ejercicio: debate

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Referencias

Bonomo, H., Mamberti, J. M., & Miller, J. B. (2010). Tolerancia crítica y ciudadanía activa. International Debate Education Association.
Silberman, Mel. (1998). Aprendizaje Activo: 101 estrategias para enseñar cualquier tema. Editorial Troquel.