La crónica es un tipo de género narrativo que recopila acontecimientos históricos narrados de forma cronológica.
Ejemplo de crónica:
Cerca del año de mil cuatrocientos y ochenta y cuatro, uno más o menos, un piloto natural de la villa de Huelva, en el condado de Niebla, llamado Alonso Sánchez de Huelva, tenía un navío pequeño, con el cual contrataba por la mar, y llevaba de España a las Canarias algunas mercaderías que se le vendían bien; y de las Canarias cargaba de los frutos de aquellas islas y los llevaba a la isla de la Madera, y de allí se volvía a España cargado de azúcar y conservas. Andando en esta su triangular contratación, atravesando de las Canarias a la isla de la Madera, le dio un temporal tan recio y tempestuoso que no pudiendo resistirle se dejó llevar por la tormenta, y corrió veinte y ocho y nueve días sin saber por dónde, ni adónde; porque en todo este tiempo no pudo tomar el altura por el sol, ni por Norte. Padecieron los del Navío grandísimo en la tormenta, porque ni les dejaba comer ni dormir: al cabo de este largo tiempo se aplacó el viento, y se hallaron cerca de una isla; no se sabe de cierto cuál fue, mas de que se sospecha que fue la que ahora llaman Santo Domingo.
Fragmento del capítulo III del libro primero los Comentarios reales de los Incas (1609), del Inca Garcilaso de la Vega
La crónica es un texto con trama narrativa en el que resultan tan importantes los hechos relatados como la experiencia personal recogida por quien los transmite. Por eso, las percepciones del sujeto que ha vivenciado o testimoniado los hechos son también representadas en el relato.
El principal rasgo de la crónica es el de tener una naturaleza heterogénea, a mitad de camino entre la historia, el periodismo y la literatura. Esta cualidad mixta se debe a que quien escribe una crónica construye un mensaje anclado en hechos de la actualidad en la que vive, pero a través de un lenguaje artístico y ofreciendo a sus lectores una valoración personal de lo transmitido.
- Ver además: Artículo de opinión
Características de la crónica
La crónica se caracteriza por tres grandes ejes:
- Actualidad. Los acontecimientos que narra una crónica comparten el rasgo de haber sucedido poco tiempo antes de que el texto sea elaborado. Son de naturaleza amplia: pueden tratarse de las características y hábitos culturales de un determinado espacio geográfico, de un fenómeno político o criminal, del testimonio dado por una figura pública en un reportaje, entre otros.
- Temporalidad. La crónica toma su nombre del concepto griego “khronos”, que significa “libro escrito en orden cronológico”. Esto se debe a que los hechos de la crónica son presentados bajo la forma de un diario o parte, con experiencias secuencializadas según una línea temporal.
- Subjetividad. Aunque da cuenta de hechos reales, quien escribe una crónica se distancia del tono neutral y objetivo propio del lenguaje historiográfico o informativo y se autoconstruye como un testigo que vuelca su propia subjetividad en la elaboración del relato. El cronista relata así percepciones e ideas personales acerca de los hechos que ha presenciado.
Partes de la crónica
Al ser un texto narrativo, la crónica desarrolla una historia que es protagonizada por personajes y que está situada en un marco temporal y espacial determinado. Esto quiere decir que sus partes se organizan de acuerdo con la estructura de la trama narrativa:
- Situación inicial. El cronista presenta el estado de cosas previo al comienzo de la historia. Suele incluir pasajes descriptivos.
- Complicación. El estado de cosas presentado se ve alterado por un cambio que interpela a los personajes que se involucran en él.
- Resolución. Los personajes actúan respondiendo al conflicto suscitado y vuelve a modificarse el estado de cosas.
- Situación final. El cronista da cuenta del panorama posterior a la resolución del conflicto. A los pasajes descriptivos se agrega un comentario interpretativo sobre la forma en que se resolvieron los hechos.
Si se trata de una crónica periodística, a la trama narrativa se le agregan elementos propios del género discursivo informativo, como:
- Entrada. Se compone de un título corto y un párrafo breve en el que se busca ubicar al lector en la situación inicial en la que se desarrollan los eventos de la crónica. La entradilla o lead es muy importante ya que debe lograr captar la atención de la audiencia y además define el ritmo y el estilo del texto.
- Cuerpo. Se relata la complicación o conflicto de la trama narrativa de la crónica, presentando a los testigos o protagonistas de los hechos. Además, como es propio del género, el autor interpreta los acontecimientos a medida que los va narrando.
- Conclusión. El autor propone una evaluación de los hechos, con base en su percepción como periodista o testigo del evento, e invitando a los lectores a reflexionar y extraer sus propias conclusiones.
Tipos de crónica
El género crónica se inició en la cultura grecorromana y desde entonces fue diversificándose y asumiendo diferentes formas a lo largo de la historia. Algunas de las más importantes son:
Crónica histórica
La crónica histórica se caracteriza por narrar un acontecimiento histórico de gran envergadura.
Adquirió gran importancia durante la campaña de invasión de América llevada a cabo por los europeos hacia fines del siglo XV. En esa ocasión, algunos de los militares o viajeros españoles, que sabían leer y escribir, se dedicaron a redactar cartas o diarios y dejaron asentadas sus percepciones, lo que dio lugar a los textos que se conocen como Crónicas de Indias. Este modelo fue retomado por diferentes actores a lo largo de la Edad Moderna.
Un ejemplo es la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España (1632), de Bernal Díaz del Castillo.
Crónica literaria
La crónica literaria creció junto con el desarrollo a gran escala de los medios de masas y comparte rasgos con la periodística, pero se diferencia por el mayor peso en ella de la búsqueda estética y artística, a través de un lenguaje elaborado, rico en figuras retóricas y simbolismos. En el siglo XX se redefinió como un género interpretativo, vinculado a la actualidad, o como una expresión sofisticada de la narrativa de no ficción.
Un ejemplo son las “Cartas de Nueva York”, escritas por el poeta cubano José Martí y publicadas en el diario La Nación de Argentina, entre 1883 y 1885.
Crónica de viaje
En las crónicas de viaje, se relata un viaje que sitúa al escritor frente a una realidad geográfica y cultural por él desconocida. El desplazamiento físico supone una experiencia de descubrimiento del cronista que comienza a explorar el terreno y sus características particulares y a dar cuenta de ella en sus textos, con el estilo propio del género: entre la información y la interpretación.
Un ejemplo son las cartas publicadas por Domingo Faustino Sarmiento entre 1849 y 1851 en las que relata sus experiencias de viaje en la prensa periódica con el título de Viajes en Europa, África y América.
Crónica periodística
A partir del siglo XIX, con el gran desarrollo de los medios de comunicación, surgió la figura del periodista, un profesional de la escritura que se dedica a representar el mundo mediante palabras, pero con la particularidad de que se aboca a temáticas no ficcionales y de actualidad. Durante los siglos XX y XXI, se instaló con fuerza la crónica como texto que transmite noticias sobre un hecho relevante del presente, pero que a la vez resulta atractivo por dar cuenta de la mirada interpretativa de un observador presencial.
Un ejemplo son las crónicas escritas por el periodista Rodolfo Walsh sobre ciertos fusilamientos clandestinos ocurridos en Argentina a mitad del siglo XX y publicadas entre el 15 de enero y el 30 de marzo de 1957 en el periódico Revolución Nacional. Posteriormente, sus crónicas fueron reunidas y publicadas con el formato de una novela.

Un subtipo de crónica periodística es la crónica policial, en la que el emisor cuenta de forma cronológica cierto suceso criminal. Su intención puede ser sacar a la luz hechos que no están siendo investigados o simplemente elaborar una narración a partir de las pruebas que ya son de público conocimiento. Dentro del grupo de las crónicas policiales, se encuentra la llamada “nota roja”, que surgió en las primeras décadas del siglo XX.
¿Cómo hacer una crónica?
Estas son algunas recomendaciones para escribir una crónica:
- La experiencia o investigación previa. Un elemento fundamental de la crónica es que quien la redacta se inscribe como testigo presencial de los hechos o de la investigación. Por eso, antes de escribir, el o la autora debe atravesar una vivencia de indagación, experimentación, verificación y trabajo de campo de los hechos que relatará.
- La producción del texto. Al llevar las vivencias a la escritura, es conveniente tener en cuenta:
- El estilo. Uno de los sellos distintivos de la crónica es el estilo personal del autor o autora. Los cronistas hacen un trabajo de experimentación también en el área de la escritura, diseñando una forma de transmitir los hechos que aporte una mirada nueva o singular al fenómeno narrado.
- Equilibrio. La crónica se mueve entre la fidelidad a los hechos y la creatividad. Es importante mantener los dos principios equilibrados.
- Cronología. No se debe perder de vista que el relato de los hechos sigue una línea secuencial, narrando lo sucedido en un período determinado de tiempo.
- La exposición. Una vez elaborado, el texto puede publicarse como artículo en la prensa o con una estructura más estable, bajo la forma del libro. En el siglo XXI, además, internet dio pie al surgimiento de plataformas autogestionadas por los usuarios, como los blogs o redes sociales.
- Ver además: ¿Cómo escribir un cuento?
Ejemplos de crónica
- Crónica (325), de Eusebio de Cesarea.
- Crónica (siglo XIII), de Teodoro Escutariota.
- Cartas de relación (1522), de Hernán Cortés.
- Naufragios y comentarios (1542), de Álvar Núñez Cabeza de Vaca.
- Brevísima relación de la destrucción de las Indias (1552), de Bartolomé de las Casas.
- Historia verdadera de la conquista de la Nueva España (1632), de Bernal Díaz del Castillo.
- México insurgente (1914), de John Reed.
- Seis rojos meses en Rusia (1918), de Louise Bryant.
- Diez días que estremecieron al mundo (1919), de John Reed.
- El caso Robledo Puch (1972), de Osvaldo Soriano.
- La pasión según Trelew (1973), de Tomás Eloy Martínez.
- Asalto al palacio (1978), de Gabriel García Márquez.
- El túnel de los huesos (1992), de Ricardo Ragendorfer.
- El petiso orejudo (1994), de María Moreno.
- Voces de Chernóbil (1997), de Svetlana Aleksiévich.
- Underground (1997), de Haruki Murakami.
- Sueños de libertad (2008), de Leila Guerriero.
- Viajera crónica (2011), de Hebe Uhart.
- Rápido, furioso, muerto (2014),de Javier Sinay.
- Tras el grito (2015), de Johann Hari.
Sigue con:
Ejercicio: crónica
Referencias
- Camenforte, Matías. (2019). El periodismo narrativo en la crónica policial argentina. Tesis de grado para la Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza.
- Palau-Sampio, D. (2018). Las identidades de la crónica: hibridez, polisemia y ecos históricos en un género entre la literatura y el periodismo. Palabra Clave, 21(1), 191-218.
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