Un argumento es un razonamiento con el que se busca demostrar o refutar una idea, una tesis, una hipótesis o una teoría.
Ejemplo de argumento:
Mi perro ladra, el perro de mi tío ladra, el perro de mi vecino ladra; por lo tanto, los perros ladran.
Los argumentos tienen uno o más enunciados de los que se desprende una conclusión. Para que sean convincentes, todas sus partes deben estar vinculadas de manera lógica o, de lo contrario, podrían ser falacias, es decir, argumentos que presentan errores de razonamiento.
Los argumentos se utilizan en conversaciones cotidianas, debates, exposiciones y textos científicos o periodísticos, entre otros, con la finalidad de justificar una opinión o un punto de vista sobre un tema y de persuadir a un auditorio, a un oyente o a un lector.
- Ver además: Artículo de opinión
Estructura de un argumento
La estructura de un argumento consta de dos partes:
- Una o más premisas. Son proposiciones, es decir, enunciados que afirman o niegan algo.
Todos los felinos tienen cuatro patas. El león es un felino. - Conclusión. Es una proposición que se infiere, es decir, se desprende de las premisas.
El león tiene cuatro patas.
Las premisas y la conclusión pueden encontrarse separadas en oraciones diferentes o formar parte de la misma oración. Por ejemplo: Todos los felinos tienen cuatro patas, el león es un felino; por lo tanto, el león tiene cuatro patas.
Para tener en cuenta: La lógica es la rama de la filosofía que se ocupa de estudiar la estructura de los argumentos. Según esta disciplina, un argumento es correcto o demostrativo si es:
- Válido. Esto ocurre cuando la conclusión es una consecuencia lógica de las premisas.
- Verdadero. Esto ocurre cuando la conclusión es verdadera, puesto que se desprende de premisas verdaderas.
Tipos y ejemplos de argumentos
Existen distintos tipos de argumentos, algunos de ellos son:
- Argumento deductivo. Se parte de premisas, que son generalizaciones, y se llega a una conclusión, que explica un caso particular. En este tipo de argumento, si las premisas son verdaderas, la conclusión también lo es.
Los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años, el triceratops es un dinosaurio; por lo tanto, el triceratops se extinguió hace 65 millones de años. - Argumento inductivo. Se parte de premisas, que hacen referencia a situaciones particulares, y se llega a una conclusión, que es una generalización. En este tipo de argumento, si las premisas son verdaderas, la conclusión probablemente también lo sea.
El león es un mamífero y tiene sentido del olfato, el ser humano es un mamífero y tiene sentido del olfato, el perro es un mamífero y tiene sentido del olfato; por ende, los mamíferos tienen sentido del olfato. - Argumento abductivo. Se parte de un conjunto de premisas, en el que alguna o algunas son verdaderas y al menos una es probable, y se llega a una conclusión hipotética, pero que no es demostrable.
Hay baja presión, el cielo está nublado; es probable que llueva. - Argumento de autoridad. Se hace referencia a las ideas de una persona que sabe mucho sobre un tema o una institución de gran prestigio para justificar la postura que se sostiene.
Según Pablo Pérez, el director del centro nacional de investigaciones de epidemiología, estas vacunas reducen la carga viral de las gripes. - Argumento analógico. Se induce que un elemento tiene una propiedad, porque otro elemento similar posee la misma propiedad. En este tipo de razonamiento, la conclusión solo puede ser probable.
La primera película de Steven Spielberg es excelente; por lo tanto, la nueva película de Steven Spielberg será excelente. - Argumento de ejemplificación. Se justifica la conclusión con premisas que son ejemplos.
Los metales son buenos conductores del calor, por ejemplo, el aluminio, el oro y la plata. - Argumento de causas. Se relacionan determinadas condiciones, que representan las causas, con un evento, que es el efecto lógico de las causas.
Como hay tormenta eléctrica, habrá truenos.
¿Cómo hacer un argumento?
Para hacer un argumento se suelen seguir los siguientes pasos:
- Elegir un tema. Se debe escoger un tema sobre el que se quiera emitir una opinión o brindar información. Además, es conveniente consultar fuentes confiables, como enciclopedias y artículos académicos, periodísticos o de divulgación, para adquirir conocimiento válido sobre el tema y poder elaborar premisas verdaderas.
El cambio climático. - Tomar una postura sobre el tema. Se debe elegir desde qué enfoque o con qué opinión se abordará el tema.
Hay distintas actividades del ser humano que empeoran la situación del cambio climático. - Elegir el tipo de argumento. Se debe seleccionar qué tipo de argumento es más conveniente para que el enunciado sea más convincente.
Argumento de ejemplificación. - Elaborar las premisas y la conclusión. Se debe tener en cuenta que la relación entre las premisas y la conclusión tiene que ser válida.
El cambio climático es producido por distintas acciones que lleva a cabo el ser humano, por ejemplo, el consumo energético representa el 80 % de las emisiones de dióxido de carbono de nuestro planeta.
Importante: Para elaborar un argumento, se pueden emplear distintos conectores:
- Conectores para introducir premisas: puesto que, porque, ya que, como, se infiere de, dado que, se deriva de, por la razón de que, si, se sigue de, puede deducirse de, como lo muestra.
- Conectores para introducir conclusiones: por lo tanto, por ende, de ahí que, en consecuencia, de este modo, se concluye que, lo que muestra que, se puede inferir que, por esta razón, esto demuestra que.
Sigue con:
Ejercicios: argumento
Referencias
- Audi, R. (Ed.). (2004). Diccionario Akal de filosofía. Ediciones Akal.
- Bonorino Ramírez, P. R. (2012). La abducción como argumento. Anuario de filosofía del derecho, 143-162.
- Copi, I. M., & Cohen, C. (2013). Introducción a la lógica. Limusa.
- Ferrater Mora, J. (1964). Diccionario de filosofía. Sudamericana.
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